BBCMUNDO.COM-REDACCIÓN
.- En el 2006 proclamó el fin del mundo y, encerrado en una prisión turca, escribió su propia versión de la Biblia. De sí mismo ha dicho que es el Mesías y proclamó que en el 2006 se daría el día del "juicio final".
Mehmet Alí Agca, el hombre que hace 29 años intentó asesinar al papa Juan Pablo II, asegura ahora que fue el mismo Vaticano el que estuvo detrás del atentado.
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La acusación de Agca ha sido considerada una más de sus locuras, y no merece aun una respuesta del Vaticano, sin embargo, se suma a la serie de versiones que existen sobre los posibles autores intelectuales del fracasado magnicidio.
Alí Agca nació en 1958 en el seno de una familia humilde de un suburbio de la provincia turca de Malatia. Sus biógrafos afirman que para sobrevivir, de niño vendía agua y recogía restos de carbón en las estaciones de trenes. Luego se unió a organizaciones de extrema derecha como los Lobos Grises, que era parte de movimientos nacionalistas turcos de derecha. También habría integrado grupos terroristas palestinos.
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El 1 de febrero de 1979 se le atribuyó el asesinato del periodista liberal turco Abdi Ipekci, director del diario Milliet, por encargo de su partido.
El misterio que lo ha acompañado toda su vida continuó, pues encarcelado en la prisión de Kartal Maltepe, la más segura de Turquía, logró escaparse meses después sin que se sepa aún cómo, antes de que recibiera la sentencia de muerte.
En julio de 1980, huyendo con pasaporte falso, se cree que estuvo en Bulgaria, Alemania, Italia, Suiza, España y Túnez hasta que el 13 de mayo de 1981, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, disparó a Juan Pablo II.
Sentenciado, el Papa lo visitó en la cárcel en 1983 y lo perdonó. El 13 de junio del 2000, el presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, lo indultó, pero en diciembre fue extraditado a Turquía para cumplir condena por el asesinato de Ipekci y por robos en un taxi y una fábrica de refrescos 20 años antes.
Agca asegura ahora que el atentado lo organizó el "número dos" del Vaticano en aquella época, el cardenal Agostino Casaroli, en un intento de "destruir la imagen del imperio soviético a los ojos de dos mil millones de cristianos".
Añade que le pagaron "de 40.000 a 50.000 dólares" y que le prometieron liberarlo tras dos años de cárcel, pero finalmente lo retuvieron "porque incumplió con la condición de convertirse al cristianismo".
En el 2009 aseguró en una carta que había renegado del Islam y se ha convertido al catolicismo. "Busco a una joven italiana que quiera casarse conmigo. Deseo que sea católica, puesto que el 13 de mayo del 2007 decidí abjurar de la fe musulmana y convertirme en un fiel de la Iglesia católica romana", escribió Agca.
En su juicio de 22 meses en Roma se mencionó por primera vez la supuesta conexión con Bulgaria que, en la década del ochenta, era un estado satélite de la antigua Unión Soviética.
Agca no dudó en vincular el asesinato con el tercer secreto de la Virgen de Fátima y mostrarse como un "predestinado". El 13 de mayo, día del atentado, se recuerda a la Virgen.
Después se reveló que en las notas de sor Lucía, quien afirmaba que contempló a la Virgen de Fátima 80 años antes y conocía sus tres secretos, estaba escrito el intento de asesinar al Papa.
Aunque hubo denuncias de una supuesta participación en el atentado de la agencia de espionaje soviética KGB, el servicio secreto de la antes República Democrática de Alemania, Stasi, y su contraparte en Bulgaria, los fiscales del juicio de 1986 no pudieron probar los vínculos.
Tres acusados fueron absueltos por falta de pruebas y expertos afirman que el juicio fracasó debido a que la credibilidad de Agca quedó muy minada debido a sus extraños testimonios.
Karol Wojtyla fue elegido Papa en 1978. Poco después en Polonia surgió el sindicato ilegal Solidaridad, que ayudó a la caída del régimen comunista de la URSS. Según resalta el Periódico de Catalunya en su edición digital, "el mismo jefe de la CIA, Vernon Walters, informaba al Papa" lo que fue descrito por Carl Bernstein (periodista quien junto con Bob Woodward descubrieron el escándalo de Watergate) y Marco Politi en el libro Su Santidad.
Allí se asegura que Moscú y Washington, donde gobernaba Ronald Reagan, podían tener interés en 'deshacerse' del Papa Juan Pablo II, unos para "eliminar un desestabilizador", otros para culpar a los soviéticos.
Además, el aura de misterio de este caso aumenta al conocerse la personalidad del desaparecido y acusado de ser el autor del atentado, el cardenal Agostino Casaroli, quien, como se resalta en diario Hoy, de España, es considerado una de las figuras más importantes de la Iglesia en la segunda mitad del siglo XX.
A Casaroli sus actividades le otorgaban un aire de "agente secreto" que probablemente ayuda a que las declaraciones de Agca puedan tener visos de credibilidad. Incluso se le llegó a llamar el 007 del Vaticano, asegura el rotativo.
Casaroli (1914-1998) se dedicó durante cuatro papados a crear y fortalecer los contactos entre el Vaticano y los países del Este de Europa, para lo cual llegó incluso a contactarse vestido de civil con funcionarios comunistas en la frontera. Esta labor logró los primeros acuerdos entre el Vaticano y Hungría en 1964 y en 1971, y en 1974 fue el primer representante de la Santa Sede que visitó la Unión Soviética y la Cuba castrista.
Llegó a ser cardenal y secretario de Estado, el cargo más importante por detrás del Papa, ocupándose de la política interna del Vaticano y las relaciones con otros gobiernos.