Un nudo en la garganta le impide por momentos hablar a Vicente Sarmiento al recordar a su hijo Vicente Francisco Sarmiento Ledesma, de 24 años.
Ayer se cumplió un mes de la trágica partida del joven en manos de la delincuencia que, mediante el excesivo uso de la escopolamina, no solo le arrebató sus pertenencias sino la vida.
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El dolor está intacto, dice el progenitor, quien ayer se encontraba en la ciudad de Loja en casa de unos familiares para aliviar su tristeza. Él es autor de una conmovedora carta que publicó el pasado domingo este Diario y en la que pide al Presidente de la República que luche contra la delincuencia con funcionarios, planes y políticas que den resultados.
Este jurista conversó vía telefónica con este Diario y señala que ayer, luego de la publicación de su misiva, recibió la llamada del coronel Joel Loaiza, jefe del IV Distrito de la Policía, quien le manifestó que la institución ha puesto empeño en resolver este caso. También le indicó que el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, tenía previsto llamarlo para presentarle sus condolencias y dialogar sobre el caso de su hijo.
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Sarmiento dice que también en las últimas horas ha recibido más de un centenar de adhesiones a su correo (vicentesarmientoa@hotmail.com), muchas de padres que han perdido a sus seres queridos en este clima de inseguridad.
Manifiesta que una de las adhesiones es justamente la de Vinicio Alvarado, secretario de la Administración.
Ayer, el afligido padre se dedicó a contestar cada una de las cartas que llegaron a su correo. “Es lo poco que puedo hacer, agradecer toda esa gentileza de gente que no conozco pero que se siente identificada con mi causa”, manifiesta, al tiempo que confiesa que nunca sintió tanto frío como el que tuvo ayer, en que se encontraba acurrucado en un cuarto de la casa de su hermana y junto a la computadora, donde revisaba fotos de su hijo y los mail de solidaridad que le llegaban.
Sarmiento dice que por el momento no hay sospechosos por el asesinato. Prefiere evitar los detalles y solo dice que su hijo salió en la noche de aquel viernes 8 de octubre de la universidad Ecotec donde estudiaba Derecho a un bar en Urdesa, sitio donde al parecer tuvo un encuentro con las personas que luego se convirtieron en sus asesinos. Recuerda que no sabían del paradero de su hijo hasta que lo comenzaron a buscar por los hospitales, policía, sus amigos y familiares hasta que finalmente encontraron su cuerpo en la morgue de la Policía al día siguiente.
En el protocolo de autopsia le señalaron que la escopolamina le provocó complicaciones a la salud que finalmente lo llevaron a la muerte.
Tanto el padre como amigos lo recuerdan como un joven alegre, excelente amigo, solidario, luchador por sus ideales de justicia social y amante de la vida y por sobre todas las cosas, de la lectura y la literatura.
El papá cuenta que a los 15 años ya escribió un libro de cuentos y que estima que antes de su muerte había redactado unos quince cuentos.
Esa pasión por las letras, incluso, lo llevó a recibir una mención de honor en la IX edición del concurso ‘Terminemos el Cuento’, que contó con el auspicio de la Embajada de España, del Gobierno nacional, así como distintos diarios del país y otras firmas.
Ahora, sus deudos y amigos lo recuerdan con fotos, poemas, escritos, música y otras iniciativas a través de la red social Facebook, donde se creó el grupo En Memoria de Vicente Francisco Sarmiento Ledesma, donde cualquier persona puede sumarse a este enlace.
Mientras tanto, el progenitor espera que la muerte de su Vichito, como le decían todos sus allegados, no sea en vano, que el compromiso de dar con los responsables de la muerte de su vástago se haga efectivo y “más que nada que sea el inicio de un cambio hacia un país más seguro, donde tantos padres ya no lloren más a sus hijos”.