REUTERS PUERTO PRÍNCIPE

Haití, que intenta reponerse del devastador terremoto de enero que dejó más de 250 mil muertos, se salvó de padecer un nuevo desastre con el huracán Tomás, pese a que causó inundaciones y ocho muertes, y elevó la amenaza de contagio de una epidemia de cólera, dijo el fin de semana el Gobierno.

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Aunque el huracán no golpeó con tanta fuerza los abarrotados campamentos de la capital haitiana, que dan refugio a 1,3 millones de sobrevivientes del sismo, las organizaciones humanitarias centraron su atención en el cólera.

La epidemia, que lleva ya dos semanas, ha provocado la muerte de 501 personas y deja otras 7.359 hospitalizadas, según un informe difundido ayer por el Ministerio de Salud Pública y Población.

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“Creemos que la tasa de infección se disparará debido a las inundaciones y a las malas condiciones sanitarias en muchas áreas”, dijo Christian Lindmeier, portavoz en Haití de la Organización Panamericana de la Salud.

“El cólera es una enfermedad resistente al agua y por tanto el agua adicional significa riesgo adicional”, agregó.

Tomás bordeó el oeste de Haití el viernes, inundando algunos pueblos costeros y empapando los campamentos de desplazados en la capital Puerto Príncipe durante la noche.

Ocho personas murieron por las lluvias y deslaves causados por el huracán, dijo el Gobierno. Esta fue una pequeña cifra de muertos comparado con la destrucción que tormentas y huracanes han dejado en el país más pobre del hemisferio Occidental en el 2004 y 2008, cuando varias miles de personas perdieron la vida.

Más allá de la tormenta, la epidemia de cólera, que ya afecta a cinco provincias de Haití, es la principal amenaza del país y se sigue extendiendo.

Agencias de ayuda llevaban agua limpia y alimento no contaminado a las regiones afectadas por las inundaciones.

Detalles: Mayor peligro
Sectores inundados
En Puerto Príncipe los barrios de Tabarre y Cite Soleil, en la periferia norte, están inundados mientras que el noroeste, principalmente en la ciudad de Port de Paix, el nivel del mar continúa alto.

Situación crítica
La situación es particularmente crítica en la ciudad de Léogane, 30 km al sur de Puerto Príncipe, debido a que unas 4.000 familias han visto cómo todas sus casas fueron inundadas.