AFP
Madrid.- La prensa española se alarmaba ayer por el parto sin precedentes de una niña de diez años y por la alegría expresada por su madre, una rumana que llegó a España hace tres semanas.

Fotografiada sonriente ante el modesto edificio donde vive en la ciudad de Lebrija, la abuela del bebé, Olimpia, afirmó al Diario de Jerez que no comprendía la agitación, pues "es a esa edad cuando nosotros nos casamos en Rumania".

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El padre del niño tiene trece años y se quedó en Rumania. La joven madre "está muy bien, así como su hija, que pesa 2,9 kilos", dijo Olimpia.