Alexis Conforme congela las mandarinas y los guineos, elabora las tortillas con el verde cocinado y prepara jugos de frutas. De cada alimento procura tener diez porciones pequeñas para que no se desperdicie y hacer una rápida venta.
Conforme administra desde este año el bar de la escuela fiscal Montebello, asentada en el sector del mismo nombre (en el norte), donde se educan unos 300 alumnos. “Trato de hacer comidas variadas, de lo que más les gusta les preparo un poquito más, como las tortillas o el encebollado”, señala.
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Ella ofrece también maduro asado, choclo cocinado y huevos duros. Una comida que la combina con salchipapas, porque los niños le piden. “Les digo que no puedo vender cosas fritas, pero los chicos vienen y dicen, ‘pero si no tiene nada, traigan aunque sea poquito’”.
Esta escuela integra las 4.075 planteles del Guayas que serán visitados en noviembre próximo por autoridades de los ministerios de Salud y de Educación. El objetivo es verificar la aplicación del reglamento sustitutivo para el funcionamiento de bares escolares en todas las instituciones del país, publicado en el Registro Oficial el 15 de septiembre pasado, mediante Acuerdo 0004-10.
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El control de estos puestos fue anunciado en mayo pasado, pero se postergó. Uno de estos factores fue la falta de recursos para la movilización, reproducción de material y capacitación en los planteles. Hace tres semanas, el Departamento de Educación para la Salud de la Dirección de Educación del Guayas fue informado de la asignación de 5.594 dólares, para costear estas necesidades.
Entre los cambios que hay en este acuerdo en relación con el anterior (publicado el pasado 14 de abril) figura la eliminación de un listado de comidas que se sugerían según cada región. “Los planteles lo tomaron como una exigencia; si decía arroz con pollo, vendían arroz con pollo”, dice Olga Franco, de Educación para la Salud.
En su lugar consta un cuadro de nutrientes e indicadores de exceso de alimentos con bajo, mediano y alto contenido en grasas totales, grasas saturadas, grasas trans, azúcares adicionados y sal. La guía nutricional la analizaron el pasado miércoles funcionarios de los ministerios de Salud y de Educación.
Denny Narváez, nutricionista y dietista de la Dirección de Salud, dice que conforme al acuerdo se deben expender alimentos nutritivos, sobre todo de origen natural. Por ejemplo, las frutas, tortillas de papa o de verde con la masa cocinada, productos elaborados a base de leche o con frutas.
En el bar de la Red educativa G-1 Ciudad de Guayaquil, en la precooperativa Guayas y Quil, se vende colada, bolones, tortillas de yuca y verde cocinado. La preparación está a cargo de Katty Delgado y Marina Robles. Las tareas las realizan con un gorro que cubre su cabellera y un delantal de color blanco, una de las normas de higiene que constan en el reglamento.
Beatriz Soto, directora de la escuela, dice que es difícil enseñarles a los niños a comer saludable porque a veces los padres o los chicos compran a los vendedores que se ubican en las afueras. “Tenemos que estar en la puerta controlando porque les pasan por debajito”. En el bar también venden papas fritas. “Estamos tratando de eliminarlas poco a poco”, agrega.
La nutricionista Narváez señala que los bares escolares no deben ser un negocio sino formar y fomentar buenos hábitos alimentarios en los escolares.
Recomienda que se deben evitar las frituras y los alimentos a los que se les agregue sal como las papas fritas, porque son ricas en grasa y sal, nocivas para la salud. “Los hábitos alimentarios no se cambian de la noche a la mañana, es un trabajo de maestros y padres”.
Más datos: Escolares
Disposición
El reglamento establece una disposición transitoria que concede el plazo de 18 meses desde la fecha de expedición del reglamento, para que los proveedores de los bares obtengan el permiso de funcionamiento.
Textuales: Lo que se dijo
Narcisa Andrade
Bar de la escuela Pedro Arias
“Pagamos diarios 10 dólares por el bar, vendemos vasitos de yogur y una semana ofrecimos frutas pero no compraron”.
Beatriz Soto
Dir. de escuela Ciudad de Guayaquil
“El doctor del dispensario médico cercano nos observa que poco a poco ofrecemos alimentos nutritivos”.