Juan Bosco Zambrano
CHONE, Manabí.- Hoy, a las 10:30, en un acto que se hará en la explanada junto al puente Bahía de Caráquez-San Vicente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejercito -como constructor- entrega la obra de este viaducto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

A su vez, el miércoles próximo, el Comando lo entregará al presidente Rafael Correa Delgado, quien lo inaugurará durante una ceremonia. No obstante, el puente, catalogado el más largo del país por sus 1.980 metros de longitud, será abierto al tráfico desde este domingo.

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Esto para que los turistas puedan utilizarlo para ir a balnearios del norte. Sin embargo, el viaducto será cerrado la tarde del 2 de noviembre para que el Ministerio de Transportes y Obras Públicas haga los preparativos de la inauguración.

Ayer continuaba la colocación de señalética en este paso, cuyo costo ascendió a los $ 102 millones. "Estamos ultimando detalles. La obra está culminada según el contrato. Aquí se ha demostrado que manos ecuatorianas están capacitadas para efectuar estas y otras obras", señaló el coronel Pedro Mosquera, director de los trabajos.

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El contrato se firmó en septiembre del 2007 y se esperaba que el viaducto estuviera listo dos años después, pero la constructora obtuvo una prórroga luego de que enfrentara contratiempos con proveedores.

La obra vial causa expectativas en moradores de los cantones Sucre, Bahía de Caráquez y San Vicente, que en estos días se esmeran en el pintado y mejoramiento de las fachadas de sus viviendas.

Las mejoras de imagen también son evidentes en instituciones públicas como el edificio municipal, mercado y Cruz Roja, en el caso de San Vicente.

Felipe Cedeño, pintor nativo de esta ciudad, indicó que los contratos han aumentado para él y otros diez compañeros, en especial para renovar la fachada de restaurantes y otros negocios. "Seguramente por el feriado quieren recibir a los visitantes mostrando su mejor cara", expresó Cedeño.

Los trabajos de pintado se repiten en varias calles de las tres ciudades, donde propietarios han contratado maestros pintores de otras ciudades, e incluso los mismos dueños con brocha en mano están dando "una manito de color" a puertas, balcones y portales.

Richard Alvarado, morador de la Ciudadela Norte, contó que él junto con sus hijos están pintando su domicilio en zonas externas y que realizan la tarea con entusiasmo. "Mejorando la imagen de la casa también colaboramos con nuestra ciudad", comentó Alvarado.