La compra de monigotes para Fin de Año a lo largo de la calle 6 de Marzo, es toda una tradición que se ha incrementado en la primera década de este siglo XXI para los guayaquileños. Aun cuando poco se sabe de quienes los confeccionan, familias enteras han hecho de esta actividad una forma de vida, oculta tras la atracción que generan sus creaciones de madera y papel.