Un ventilador apuntaba al féretro. Su ruido rompía el silencio, la muestra de la consternación de familiares y amigos de Pedro Mendoza Bazurto, de 28 años, que ayer lo despedían en su velatorio y luego en su sepelio, aquí en su tierra natal, después de que fue rescatado sin vida de la mina Casa Negra, ubicada en Portovelo (El Oro), donde permanecía desaparecido desde la madrugada del viernes de la semana pasada.
A las 21:15 del miércoles pasado, su cuerpo había sido extraído desde las entrañas de la Tierra. Llegó a Balzar pasadas las 07:00, tras más de siete horas de viaje desde esa ciudad orense, la cual abandonó después de que se le practicara la autopsia en Zaruma, según su padre, Tomás Mendoza.
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Mendoza dejó dos hijos en la orfandad, de 9 y 7 años. Encontró la muerte mientras cumplía la función de minero, un oficio en el que se había estrenado hace un mes. Por años se desempeñó como albañil, dijo su camarada Pablo Zambrano, un amigo con quien compartió obras en Guayaquil.
Mendoza vivió ocho años en esa ciudad antes de aventurarse a ir a Portovelo, en una decisión rápida. “De un momento a otro se fue. Escuchó que en la mina había trabajo y se fue”, contó Zambrano, su amigo en la cooperativa 31 de Octubre, ubicada a un costado de la vía Perimetral, en la zona conocida como “entrada de la 8”, donde Mendoza vivió con Marjorie Suárez, la madre de sus hijos Jean Carlos, el mayor, y Edwin Fabricio.
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“El menor (Edwin) no cree que es su padre el que está en la caja, por eso sigue preguntando por él”, decía Suárez en la casa de sus suegros.
La misa de cuerpo presente se celebró a las 15:00 en la iglesia San Jacinto. Luego los restos serían sepultados en el cementerio de la localidad.
Mendoza dijo que la empresa Minesadco citó a familiares de las víctimas para el jueves próximo. Ahí se discutirá el finiquito laboral y las indemnizaciones, pero no descartó iniciar demandas por el incidente que le costó la vida a su hijo.
Jorge Mendoza, tío de la víctima, exigió a las autoridades que extremen los controles en las mineras para que sus trabajadores se desempeñen en escenarios seguros y no expuestos a accidentes con estos saldos lamentables, fustigó en medio del dolor.