Grupos especiales de la Guardia Civil detuvieron el pasado viernes a cuatro individuos en la localidad de Arousa en relación con el alijo de 513 kilos de cocaína incautados en el puerto de Marín en un contenedor de pescado, según han confirmado fuentes del instituto armado.
La información recogida por la agencia Efe y el diario El Faro de Vigo señala que la intervención policial se inició hace meses, pero el pasado miércoles estalló con el registro de un buque en el puerto de Marín.
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En uno de sus contenedores la Policía encontró camuflada la droga con el pescado congelado que transportaba. Es muy probable que en las próximas horas se practiquen nuevos arrestos en Lugo y en otros puntos, informaron fuentes de la investigación.
De Guayaquil
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El mercante en el que iba el contenedor con la droga partió del puerto de Guayaquil, en Ecuador, y la intervención en Marín se produjo el miércoles, según informaron fuentes de la investigación, cuando agentes de la Policía Nacional examinaron el contenedor que llevaba varios días bajo vigilancia.
La Guardia Civil remitió algunas muestras de la droga a sus laboratorios para que determinaran su pureza.
Se trata del tercer alijo de importancia en lo que va del año en el puerto de Marín y precisamente uno de los anteriores también procedía del mismo país sudamericano, informaron las autoridades.
Uno de los detenidos durante el operativo fue identificado como Bruno Santiago Alló, de 30 años. Las autoridades españolas realizaron allanamientos en viviendas y la empresa comercialización de productos del mar de Santiago.
El operativo fue dirigido por Estela San José, titular del juzgado de instrucción Nº 3 de la capital lucense y la investigación la realizaron la Guardia Civil y la Policía Nacional, aunque la intervención de la cocaína fue practicada por la Udyco, de la Policía Nacional, que contó con un mandamiento de registro otorgado por un juzgado de Marín.
La agencia tributaria, a través del servicio de vigilancia aduanera, también colaboró en el operativo.
La droga venía camuflada, como viene siendo habitual en el último año, en un contenedor que portaba pescado congelado, procedente de Ecuador.
Los carteles sudamericanos, tras la caída de los transportistas arosanos en la operación Tabaiba, dirigida por la jueza de Cambiados, Irene Roura, optan por transportar la cocaína a través de contenedores camuflada en mercancía destinada a una empresa que ignora, en muchos casos, esta circunstancia, sistema conocido como el “gancho ciego”, explicaron los investigadores del caso.