AFP
COPIAPÓ, Chile.- Casi todos los mineros, de los 33 rescatados de un yacimiento en Chile, se encuentran en buen estado en el hospital de Copiapó, donde también pudieron celebrar el exitoso rescate del último de sus compañeros, tras haber sobrevivido 69 días a 622 metros bajo tierra con altas temperaturas.
"Están todos bien, salvo algunas complicaciones leves", dijo una fuente del hospital, que pidió no ser citada.
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Poco a poco, desde la madrugada de ayer, el centro de la tranquila Copiapó se vio interrumpido por el ruido ensordecedor de helicópteros que aterrizaron en un regimiento frente al hospital de la ciudad.
Los primeros en llegar fueron Florencio Ávalos y Mario Sepúlveda. Así, y poco a poco, el segundo y tercer piso del hospital, destinados especialmente a recibir a los mineros, acogieron a los rescatados.
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Cuando recién había ingresado poco más de la mitad de los 33 mineros al hospital, el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, indicó que casi todos los hombres protagonistas de un rescate inédito, que culminó anoche, se encontraban en un "estado más que satisfactorio".
Salvo un caso que presenta "una neumonía aguda" y que está sometido a un "tratamiento antibiótico intensivo", y otros dos que deberán ser "sometidos a cirugías dentales muy invasivas", los demás están bien, dijo el Ministro.
Aclaró, no obstante, que hasta ese momento los mineros ingresados en el hospital "se encuentran en un estado más que satisfactorio", tras su rescate en la Mina San José, siendo luego trasladados en un helicóptero hacia Copiapó, la ciudad más cercana al yacimiento.
"Varios de ellos presentan lesiones dentales que necesitan de tratamiento no invasivo", agregó Mañalich. Solo hay "dos que se someterán a una cirugía dental muy invasiva", precisó.
Estos últimos, junto al minero que presenta neumonía, deberán permanecer en el hospital durante un tiempo más prolongado a las 48 horas que las autoridades habían previsto.
Los demás, según evalúen sus médicos, podrán ser dados de alta incluso hoy, dijo el funcionario.
Mañalich indicó que había un paciente que presentaba silicosis, una enfermedad típica de mineros, considerada irreversible y provocada por una sobreexposición al polvo de la sílice cristalina, la que había contraído antes del accidente.
La esposa de Mario Gómez, el minero de 63 años, confirmó que su marido sufre silicosis desde hace ya tres años.
Pero ni el Ministro ni fuentes médicas del hospital quisieron brindar el nombre del paciente con neumonía.
Los mineros atrapados debieron someterse a estudios oftalmológicos, dentales, de rayos X y laboratorio. "Deben descansar", dijo el Ministro, quien detalló que no habían dormido en las últimas horas. Eso, si se lo permiten los ruidos ensordecedores de bocinas, campanas y sirenas que festejan en la ciudad el éxito del rescate.