Eva Aragundi acude regularmente al mercado de Caraguay a comprar cangrejos para su madre, quien es fanática de la carne de este crustáceo.
El pasado lunes llevaba un atado de doce cangrejos y los ingredientes para su preparación. Ella, quien vive en La Pradera, va a este centro de abastos, pues considera que hay variedad de mariscos y de precios; por ese atado pagó 7 dólares.
Tras la culminación de la veda (el pasado 15 de septiembre), se ha incrementado la venta del crustáceo por la ciudad.
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En Guayaquil, los mercados Caraguay, de mariscos de la calle Portete y El Cangrejo Pelucón en Durán, son puntos de referencia de venta para los interesados, aunque también se ofrece en la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur (vía principal de la Alborada), Oriente y avenida Quito, Gómez Rendón y Eloy Alfaro, Francisco Segura y José Mascote, entre otros.
En el centro de abastos municipal de Caraguay, en el sur, hay 31 puestos de venta de estos crustáceos.
Ahí llegan los cangrejeros en sus canoas, desde las 11:00 para vender el producto a los comerciantes mayoristas, minoristas y dueños de cangrejales y restaurantes.
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El aguaje es un factor que incide en el precio alto del producto, pues los cangrejeros lo defienden porque se les dificulta capturar el crustáceo. “Cuando hay demanda y no hay muchos cangrejos, el valor sube”, señala Antonio Vera, quien vende cangrejos desde hace diez años en Caraguay.
Él ofrece normalmente un atado de doce cangrejos en 6 dólares, aunque el precio puede alcanzar los $ 15, dependiendo si son más de doce unidades y del tamaño del crustáceo.
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Una plancha de cangrejo (es decir, un atado de 44 animales) puede costar 24 dólares, aunque el precio puede subir a $ 32 en días en que el aguaje dificulta la captura y la demanda es mayor, refiere un comerciante de este lugar.
El crustáceo proviene de la isla Puná y de sectores como El Morro, Matorrillo, Santo Domingo. En el mercado de Portete, el valor promedio de un atado es entre 7 y 8 dólares, y la plancha hasta 38 dólares, donde puede haber entre 44 y 48 cangrejos.
En el lugar funcionan diez puestos, la actividad es intensa entre jueves y domingos, mientras que el comercio decrece de lunes a miércoles.
En el mercado El Cangrejo Pelucón, ubicado en el km 2½ de la vía Durán-El Tambo, Jacinto Neira, dirigente de los comerciantes del sector, destaca que ahí se “puede encontrar el mejor cangrejo de la ciudad”.
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Él se refiere a un crustáceo capturado en Balao y que –a decir del vendedor– se lo comprueba a través de la carne pues tiene más y es “más jugoso”.
En ese lugar funcionan 24 locales donde se ofertan crustáceos capturados de sectores como Puerto Inca, Santa Rosa, Balao y Naranjal. Se ofrecen hasta atados especiales, solo cangrejos de mano gorda, pero los pedidos tienen que ser con anticipación, refiere Neira. El precio también supera los 10 dólares el atado.
Los comerciantes resaltan que el guayaquileño apetece mucho del cangrejo. “Todos los días vienen y compran, aunque sea un atado pequeño (de 5 dólares)”, refiere Carlos Ramírez, del sector de Oriente y av. Quito, donde también se comercializa el crustáceo.
Vera, vendedor de la Caraguay, señala que el comprador debe observar bien si el cangrejo es de mar o de río. “Si es del Salado tiene un color más azul (el carapacho), y patas flacas; el de mar es más grandote”, dice. En su caso, él ofrece cangrejo ya sacado y por tarrina a 6 dólares, si son más de diez pedidos; si es menos, el precio es de 8 dólares cada tarrina.
