QUITO
.- La segunda plenaria entre el Gobierno y las petroleras para modificar contratos terminó el jueves con un sabor agridulce: diez puntos dificultan seguir con una negociación fluida.

Los más ásperos giran entorno a la tarifa, la variación de impuestos, el centro de mediación ante conflictos y otros. Todos temas técnicos y económicos que son de "fundamental importancia para ellas", dijo el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor.

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Ante ello, la próxima semana el Ministro pedirá a las contratistas que enumeren las cláusulas que no podrían aceptar para firmar un nuevo contrato. "De esa manera tendremos claro hasta dónde podemos llegar y no perderemos tiempo", dijo.

De un centenar de observaciones al borrador del contrato, las petroleras coincidieron en diez puntos más delicados. Eso ha llevado a que se discuta por cuarta semana un tercer texto.

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Pástor indicó que el problema no es con todas y que algunas han aceptado en términos generales el modelo de contrato. Con ellas se inició el diálogo de la tarifa que el Estado pagará por barril de crudo extraído.

José Luis Ziritt, representante de las petroleras, indicó que algunos de los componentes de la tarifa entrarán a revisión para corregirse, por la flexibilidad del Gobierno, para que pueda ajustarse al negocio petrolero.