El lunes el Presidente de la República declaró ante la prensa mundial que los medios de comunicación deberían ser instituciones sin fines de lucro.
La Asamblea Nacional lleva casi un año redactando una Ley de Comunicación en la que hasta ahora no se ha incluido esta posibilidad. En meses previos se derrochó además tiempo y dinero en una Constitución extensísima, casi reglamentaria, que tampoco dice nada al respecto. Y de repente, el Primer Mandatario anuncia este concepto que, de aplicarse, obligará a modificar varios cuerpos de ley.
Para el Presidente, las instituciones sin fines de lucro que existen en el país son asociaciones “para el lucro sin fin”. ¿Cómo así entonces ahora él mismo propone que los medios adopten esa figura? ¿Acaso falta honestidad, y no se nos ha dicho todavía todo lo que se tiene previsto para afectar la libertad de expresión? O se trató de una improvisación, pero entonces querría decir que asuntos de tanta trascendencia se los decide a salto de mata.