AGENCIAS-REDACCIÓN
BOGOTÁ.- El presidente Juan Manuel Santos prometió no bajar la guardia en la lucha contra grupos ilegales, luego de que un coche bomba estalló ayer al norte de Bogotá, sin que se tengan claros al autor y objetivo del ataque.
El coche bomba estalló a las 05:30 en la Carrera Séptima con la calle 67, frente a una torre de 12 pisos, tres de ellos ocupados por la Caracol Radio, también funciona la agencia de noticias española EFE, el Consulado de Ecuador y oficinas privadas de varios bancos y políticos, como el ex presidente César Gaviria (1990-1994).
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En las zonas circundantes se erige media docena de edificios de gran altura que alcanzan incluso los treinta pisos. "Vivo al frente de Caracol. Eran las cinco y media de la mañana, mi esposo ya estaba levantado, yo estaba despierta cuando de pronto escuchamos aquella explosión. Todos los vidrios se fueron al piso", relató María Teresa Carvajal, vecina de uno de los inmuebles.
El atentado, perpetrado con un vehículo que contenía 50 kilogramos de explosivo anfo (nitrato de amonio), dejó al menos 18 heridos, de los cuales 7 tuvieron que ser hospitalizados, y cuantiosos daños materiales (1.160 predios afectados). La explosión dejó un cráter de 45 centímetros de profundidad y 2,50 metros de diámetro.
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Se desconoce si el atentado, aún no reivindicado, tenía un blanco preciso, pero se piensa que estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, pues se produjo exactamente debajo de los estudios de Caracol Radio y en el momento en que se emitía el programa dirigido por el periodista Darío Arizmendi, quien en el 2007 se vio obligado a dejar el país por amenazas de muerte.
"No podemos afirmar oficialmente que el atentado haya sido contra la sede de Caracol Radio", dijo Hermes Ardila, jefe de la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía General y quien lleva la investigación. Sin embargo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que calificó el atentado como "una grave intimidación a la libertad de prensa", recordó que Arizmendi recientemente ha sido blanco de amenazas.
El presidente Santos visitó después de las 08:00 el lugar del atentado y por los micrófonos de Caracol Radio transmitió un mensaje de calma y a la vez de firmeza, pues dijo que hará lo que esté a su alcance para acabar con el terrorismo. Santos destacó la templanza y coraje de los periodistas colombianos al elogiar a Arizmendi.
Ardila precisó, ocho horas después del bombazo, que sus investigadores no tenían elementos para atribuir el ataque a algún grupo armado específico como a Germán Briceño, alias Grannobles, miembro de las FARC, tal como lo expresó Felipe Muñoz, director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), al término de un consejo de seguridad.
Muy temprano
El atentado fue un recordatorio, dijeron analistas, de la capacidad de ataque que aún manejan grupos ilegales en el país. "El atentado es una bienvenida muy temprana... al gobierno de Santos", dijo Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), una organización privada de investigaciones del conflicto armado y la violencia. Destacó que aunque la acción fue de bajo poder explosivo, tenía poder político porque conseguía colocar en primer lugar de la agenda (nacional) el tema del conflicto armado.
El ex candidato presidencial Gustavo Petro, un activista por la paz, dijo: "Me atrevo a afirmar que la bomba tiene un claro objetivo: llevar al actual gobierno a la postura del anterior", señaló el líder político.
"Vamos a seguir combatiendo al terrorismo con todo lo que tengamos a nuestro alcance. No vamos a caer en la trampa, no nos van a aguar la fiesta. Como todo acto terrorista, lo que quieren es generar miedo a la población, el escepticismo de la gente en las autoridades", dijo el presidente Santos.
Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, Unasur y varias cancillerías latinoamericanas condenaron el atentado. "El pueblo y el gobierno venezolanos repudian de la manera más enérgica este acto terrorista dirigido contra el hermano pueblo de Colombia y contra su ferviente deseo de vivir en paz", precisó un comunicado.
Venezuela y Colombia restablecieron relaciones diplomáticas el martes pasado, casi tres semanas después que Chávez decidiera romperlas a raíz de acusaciones de Bogotá sobre la presencia de guerrilleros colombianos en territorio venezolano.
Apuntes: Ecuador
Consulado, sin daños
El atentado no dejó víctimas ni daños en el Consulado de Ecuador. En la dependencia diplomática trabajan cinco personas y las actividades fueron suspendidas hasta que concluyeran los peritajes.
Solidaridad y condena
El Gobierno de Ecuador expresó su solidaridad al pueblo y al gobierno de Colombia. "Nuestro rechazo a toda acción violenta, más aún a acciones terroristas de esta naturaleza", señaló el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal.