AFP
LA HABANA.- El retorno del líder cubano Fidel Castro al Parlamento tras cuatro años de enfermedad reafirmó su nuevo rol centrado en la agenda internacional, dejando la política doméstica a su hermano Raúl.

En una sesión cargada de simbolismo, el ex presidente, quien cumplirá 84 años el viernes, alertó a los diputados el sábado del peligro de una guerra nuclear si Estados Unidos e Israel atacan a Irán, sin mencionar una palabra sobre política interna.

Publicidad

Castro, quien el 31 de julio del 2006 dejó el poder a su hermano por una grave crisis de salud, mostró su interés por seguir escribiendo sus memorias, cuyo primer volumen presentó hace una semana. "Me iba a quedar sin trabajo, porque para mí lo más importante era esta reunión de la Asamblea. Es la cumbre del esfuerzo que he venido haciendo, como cosa importante, excepto algunas que surjan, como tareas, el lanzamiento del libro y por ahora no tengo nada más que hacer. Me sobra tiempo", comentó.

Su intensa actividad pública comenzó el 7 de julio cuando salió de su retiro médico en momentos en que se anunció la liberación de 52 presos políticos, lo que fue interpretado por algunos analistas como un aval a la decisión de Raúl.

Publicidad

El máximo líder de la revolución no asistió a la sesión del Parlamento del domingo 1, centrada en la crisis económica del país, y en la cual Raúl Castro anunció medidas para paliarla, como una mayor apertura a los pequeños negocios privados.

Diputados que asistieron a la sesión del sábado negaron una división entre los hermanos o que Fidel influya en la lentitud de los cambios. "Él nunca ha salido (de la vida política cubana). Fidel siempre ha estado latente, siempre ha sido un respaldo y grande para todos, para el propio Raúl Castro", afirmó el diputado Omar González.

Durante su convalecencia, Castro ha escrito más de 280 artículos de prensa sobre los problemas del medio ambiente, la crisis económica internacional, el peligro de extinción de la especie, apartándose cada vez más de la política interna.

"Ahora está solo para lo internacional. Me hubiera gustado que hablara algo más para los cubanos, pero su labor es importante y está claro que Raúl está en lo de acá, viendo cómo arreglar la situación", dijo Luisa Hernández, maestra retirada.

Una serie de señales refuerzan la línea. Fidel, por ejemplo, vistió de uniforme verde olivo, pero sin insignias de Comandante en Jefe, emblema de poder y liderazgo.