Información reservada sobre la existencia de una caja fuerte camuflada en la celda de Óscar Caranqui, condenado por narcotráfico, originó que el Ministerio de Justicia realice, entre la noche del martes pasado y la madrugada de ayer, un nuevo operativo de allanamiento.

La acción llega pese a que, el martes pasado, el agente fiscal Iván Ron junto con oficiales de Criminalística hicieron un inventario de los objetos dejados por Caranqui en su celda.

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El operativo empezó a las 23:00 del martes y en él colaboraron representantes del Ministerio del Interior, Policía, Fiscalía y el juez de turno.

Durante la revisión se halló un gabinete camuflado en el fondo de un mueble empotrado en la pared de la celda, que contenía una computadora, un módem USB que le permitía acceder al servicio de internet, un revólver bala U con cuatro municiones en el tambor, dos celulares BlackBerry y una grabadora de voz.

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El ministro de Justicia, José Serrano, señaló que los privilegios que se evidenciaron en este caso no podían continuar.

“No podemos tener personas privadas de la libertad de primera y quinta categoría. Todos tienen los mismos derechos y los mismos beneficios”, aclaró.

Añadió que pedirá a la Policía una investigación para determinar qué funcionarios están involucrados en el ocultamiento de los objetos y la infraestructura hallada.

“No olvidemos que el día martes hubo un primer allanamiento-inventario; sin embargo, lo único que se encontró fueron objetos personales. Pero lo que se halló ayer es grave y crítico y eso no constó en el primer informe”, dijo Serrano.

Para Serrano, la ubicación de estos objetos ilegales dentro de la celda de Caranqui solo determina que era necesario el traslado del reo a un centro de rehabilitación de mayor seguridad como lo es el nuevo CRS-2 de Guayaquil.