Miguel Carvajal, ministro de Seguridad Interna y Externa, manifestó que la política del Gobierno de Ecuador con el resto de países de América del Sur siempre ha sido la misma, promover el intercambio comercial, cultural y de confianza política.

Este último principio fue el que provocó al resquebrajamiento de las relaciones entre Colombia y Ecuador, tras el bombardeo en el sector de Angostura, a un campamento clandestino de las FARC.

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Pero Carvajal, en declaraciones a Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil), manifestó que nuestro país mantendrá el normal proceso de la hoja de ruta que se definió para el restablecimiento de relaciones, para un posterior restablecimiento pleno de las relaciones.

En el momento actual se tienen relaciones diplomáticas reconstituidas, con agregados comerciales en ambos países.

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Sobre un posterior nombramiento de embajadores, Carvajal dijo que para llegar a eso se deben terminar los requerimientos puestos por Ecuador, sobre la entrega de la información encontrada en los supuestos computadores de Raúl Reyes en el campamento de Angostura, y sobre los detalles del operativo para el bombardeo.

En referencia a este tema, el presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, habría expresado que no hay problema en entregar lo solicitado por Quito, lo que Carvajal considera como un paso muy importante, y significa que Bogotá está dispuesto a continuar con la normalización de los lazos entre ambos países.

Sobre el pedido colombiano de que se suspenda el juicio político contra Santos, por el bombardeo, el Ministro de Seguridad señaló que se ha reiterado a Colombia que la división de poderes en nuestro país le impide intervenir sobre cualquier proceso judicial, pero sin dejar de reconocer que esto afecta el proceso político.

Sobre las primeras palabras de Santos ya como el sucesor de Álvaro Uribe, donde dijo que se le acabó el tiempo a las FARC y que el pueblo colombiano sepa que se debe combatirlos lo hará, Carvajal evitó hacer comentarios e indicó que tiene plena confianza de que se mantenga el reconocimiento al derecho internacional, y que un incidente como el de Angostura no se vuelva a repetir.