AFP
Kabul.-
Nueve soldados de la OTAN, en su mayoría estadounidenses, murieron en ataques de rebeldes y el accidente de un helicóptero en Afganistán, lo que hizo de ésta una de las jornadas más sangrientas de este año para la Alianza Atlántica, anunció la OTAN.
Tres comandos australianos y un soldado estadounidense murieron cuando su helicóptero se estrelló en la provincia meridional de Kandahar, indicó la ISAF, la fuerza de la OTAN desplegada en este país.
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Por otro lado, dos militares de la OTAN, uno de ellos estadounidense, murieron por explosiones de bombas en otro lugar del sur, bastión de los insurgentes talibanes.
Otro soldado de la OTAN murió en un ataque con arma ligera de rebeldes en el sur y dos murieron por una explosión de bomba en una carretera al este, agregó la ISAF.
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Un portavoz de la ISAF declaró a la AFP que estos tres últimos eran estadounidenses.
Paralelamente, con la muerte el domingo de un militar herido hace nueve días, las pérdidas británicas en Afganistán desde inicios de la intervención de las fuerzas internacionales en 2001 llegaron a 300 muertos.
Desde 2005, la insurrección de los talibanes se intensificó fuertemente y cada año se acaba con un nuevo récord de pérdidas para los civiles y las tropas extranjeras.
El número de militares extranjeros muertos desde el inicio de 2010 en Afganistán se eleva ahora a 284, según un balance de la AFP.
Hace dos semanas, diez soldados de la OTAN murieron en un día en una serie de ataques.
Gran parte del sur de Afganistán es escenario de las operaciones insurgentes de los talibanes, que ahora se encuentran en su etapa más mortífera desde que comenzó el conflicto, hace casi nueve años, cuando la invasión dirigida por Estados Unidos derrocó al régimen islamista.
Las fuerzas armadas norteamericanas advirtieron que el número de víctimas aumentaría cuando los efectivos extranjeros incrementen su campaña para expulsar a los militantes del bastión talibán de Kandahar, afectado por una creciente ola de atentados.
El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, reiteró que las tropas británicas serán retiradas de Afganistán "en cuanto (los afganos) sean capaces de ocuparse de la seguridad de su propio país", sin fijar ningún calendario.
"Es una noticia extremadamente triste", declaró Cameron, que desde que llegó al poder en mayo multiplica los esfuerzos para tratar de ganarse el apoyo de la opinión pública a la impopular participación británica.
"Por supuesto, la muerte número 300 no es más o menos trágica que las 299 que se produjeron antes. Pero creo que es un momento para que todo el país reflexione sobre el increíble servicio, sacrificio y dedicación que los servicios armados brindan en nuestro nombre", agregó.
Australia indicó que la caída de su helicóptero este lunes, en la cual murieron tres comandos australianos, no fue ocasionada por el fuego enemigo, pero que fue el incidente más mortífero para su país desde que comenzó el conflicto.
"Este es un día trágico para Australia y la Fuerza de Defensa Australiana", dijo el primer ministro Kevin Rudd al Parlamento. "Este es un precio muy elevado a pagar", agregó.
Fue el segundo accidente de helicóptero en el cual murieron tropas de la OTAN este mes. Los talibanes mataron a cuatro soldados estadounidenses el 9 de junio cuando derribaron a un helicóptero en la provincia de Helmand.
Hace dos semanas, la OTAN perdió a diez de sus soldados en una serie de ataques en Afganistán.
Efectivos de la OTAN, militares norteamericanos y soldados afganos están preparando una de sus mayores operaciones contra los talibanes en Kandahar.
El número total de tropas foráneas en Afganistán llegará a 150.000 en agosto.