AP
JOHANNESBURGO.- O Wesley Sneijder le dio al balón un efecto diabólico o la pelota Jabulani confirmó ayer que su trayectoria es errática e impredecible para los porteros.
¿Cómo se explica que un arquero se pase de la línea del balón al arrojarse hacia un costado para tratar de contener un remate? Eso fue precisamente lo que sucedió en la jugada del gol de Holanda ante Japón.
Publicidad
Sneijder remató desde el borde del área y al llegar al arco la pelota hizo una curva y se desvió hacia adentro. El arquero Eiji Kawashima pasó de largo.
El balón aparentemente no pegó en nadie. Así, hay tres explicaciones posibles: el arquero se pasó de revoluciones y voló con demasiado ímpetu, al punto de que se pasó de largo, algo rara vez visto en el fútbol; Sneijder le dio un efecto letal o la pelota Jabulani se desvió sola, de puro caprichosa.
Publicidad
Sin embargo, la Jabulani no es culpable de fallas garrafales como las de Robert Green (Inglaterra), Fawzi Chaouchi (Argelia), Justo Villar (Paraguay) y Richard Kingson (Ghana).