El paraguayo Justo Villar sufrió la venganza del Jabulani, balón oficial del Mundial, que él y varios colegas (Julio César, de Brasil, e Iker Casillas, de España) calificaron de incontrolable y perjudicial para los porteros.

“Seguramente se van a ver muchos goles raros, de los que no estamos acostumbrados a ver”, anticipó Villar hace varios días, sobre  la polémica Jabulani. Y tuvo razón. En un jugador de su categoría una salida en falso, como la que causó el empate italiano, es poco habitual. Y no fue culpa del balón.

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Se unió ayer a la lista de arqueros que han permitido goles absurdos en el torneo. El inglés Robert Green recibió uno, luego de un tiro débil, en el empate a 1 con EE.UU. Y un error del argelino Fawzi Chaouchi le costó la derrota 1-0 ante Eslovenia.