AGENCIAS
JOHANNESBURGO.-
La Argentina de Lionel Messi, que dirige Diego Maradona, puso en marcha ayer su esperanza mundialista en Sudáfrica 2010 con un gol de palomita de Gabriel Heinze en el minuto 6, que bajó 1-0 a las Súper Águilas de Nigeria en el estadio Ellis Park, por el Grupo B.

El tanto de cabeza del zaguero, arrojándose en vuelo luego de un tiro de esquina cobrado por Juan Verón, tuvo el efecto de un bálsamo sobre los recargados nervios gauchos.

Publicidad

Al final, el abrazo que se dieron Messi y Maradona lo dijo todo. Pelusa corrió al terreno de juego tras la victoria en su debut como técnico de Argentina en una Copa del Mundo, felicitó a sus dirigidos y le dio un abrazo especial a la Pulga, tan fuerte que lo levantó del piso.

Los dos se sacaron una gran carga de encima con el brillante desempeño del delantero de Barcelona, que logró por fin, con la camiseta argentina, ser ese superdelantero que enfila para el arco como una flecha y desparrama defensores en el Barcelona, aunque sin anotar.

Publicidad

Le faltó el gol al joven maravilla de 22 años a quien fue todo un símbolo verlo en el suelo como sin entender qué había sucedido después de una maniobra estupenda que hilvanó en el área nigeriana, sobre el final del encuentro, que remató desviado cerca de un poste.

Los arranques explosivos de Messi fueron la razón de que Argentina ejerciera el control del duelo. En forma providencial el portero Vincent Enyeama salvó varias de las clásicas estocadas de Messi.

Los zagueros Joseph Yobo y Danny Shittu sufrían en cada avance porque tampoco podían ponerle candado a la movilidad de Gonzalo Higuaín, sin embargo, el delantero estuvo irreconocible al definir y se perdió goles frente al arco.

"El que perdona la vida y no mata al arquero lo termina pagando en el propio. Casi nos empatan. El arquero nigeriano estuvo excepcional, pero parecía que no veíamos el arco", dijo Maradona tras el partido. "Fallamos siete goles" se quejó.

Enfriaron el partido
El gol tempranero persuadió a los gauchos de pasar a una táctica prudente, basada en congelar el ritmo del juego, poner el balón bajo la suela, enfriar y lateralizar los pases, a la espera de meter un rápido ataque.

El flanco derecho de la defensa argentina, con un errático Jonás Gutiérrez, se convirtió rápidamente en su talón de Aquiles, porque por ese sector se filtraban cómodamente Chinedu Obasi, Yakubu Ayegbeni y hasta el lateral Taye Taiwo.

A Nigeria le falló la puntería y Heinze y Walter Samuel frenaron a Sani Kaita y Chidi Odiah; no hubo empate.

Cifras
3
TRIUNFOS EN TRES JUEGOS
Argentina ya le había ganado a Nigeria en los mundiales de EE.UU. 1994 (2-1) y en Japón-Corea 2002 (1-0).