VICTORIA OLCOTT, enviada especial
JOHANNESBURGO.- Estar en el sitio indicado a la hora precisa puede ser la clave del éxito. Hoy logré ser la única periodista que entró a la Sala Presidencial del Estadio Soccer City. Mi premio fue obtener un saludo del Presidente de México, Felipe Calderón, y degustar un almuerzo típico sudafricano.
Buscando un sitio reservado y sin tanto ruido para los enlaces radiales con Radio City (89.3 FM de Guayaquil), encontré una semi blindada puerta que me llevaba a unas escaleras y estas a una muy elegante zona. La curiosidad fue grande y me acerqué. Estaba frente a la entrada reservada a la llamada Sala VVIP, de los más importantes y los Presidentes.
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Todo fue mucho más fácil de lo que me hubiese esperado, con audacia y mi mejor sonrisa, logré lo que quería. A los guardias de seguridad les dije que estaba perdida y pasé el primer control de la banda; al siguiente le expliqué que buscaba a mi "Tío Pepe"; ya los terceros abrieron la puerta y me dieron la bienvenida.
Una vez adentro encontré un hermoso salón con los más importantes invitados a la ceremonia, elegantes meseros les brindaban champaña francés y un buffet típico de diversos exóticos manjares. Era el menú de un delicioso y elegante almuerzo, del que también disfruté.
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Los palcos estaban fraccionados y con puertas de vidrio para separar el acceso, en todos buscaba a mi tío. Grande mi sorpresa cuando encontré a los presidentes Felipe Calderón de México, Jacob Zuma de Sudáfrica, Joseph Blatter de la FIFA, e Issa Hayatou de la CAF, un momento histórico que guardé en una exclusiva fotografía.
En el intermedio del partido, todos salieron y antes del inicio del segundo tiempo y con grabadora en mano, me acerqué al presidente mexicano, él muy gentilmente accedió a enviar un saludo para todos los ecuatorianos a través de Radio City de Guayaquil.
Luego me retiré, salí por donde entré y me despedí muy agradecida de los guardias de seguridad, que, con mi credencial de periodista colgando del cuello, me permitieron el acceso al lugar más resguardado y restringido del Mundial de Fútbol. De los miles de colegas acreditados, fui la única en llegar hasta esas autoridades. Increíble pero cierto, ¡burlé la seguridad!