Un centenar de familias de las parroquias Juive (cantón Baños) y Cusúa (de Pelileo), ubicadas en las faldas del volcán Tungurahua, esperan la llegada de la noche para decidir si se quedan en sus casas o van a dormir en albergues o casas de familiares. Todo depende de la furia de la montaña, que ayer registró un nivel eruptivo alto, según el Instituto Geofísico.