AGENCIAS
JOHANNESBURGO.- Miles de aficionados sudafricanos convirtieron ayer en un carnaval las calles de Johannesburgo, mientras bailaban, gritaban y hacían sonar sus vuvuzelas a la espera del paso del bus que llevó a la selección bafana bafana a recorrer la ciudad.

Una multitud se congregó alrededor de la gigantesca estatua de Nelson Mandela ubicada en un centro comercial en Sandton. Sin importar que el Mundial aún no arranca, ellos celebran como si su selección ya hubiese ganado el torneo.

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Cobijados con banderas nacionales, los aficionados bailaron en las calles mientras la bafana bafana saludaba a la gente en Johannesburgo.

Tras años de expectación, el país de 50 millones de habitantes se volvió loco por el fútbol y cuenta las horas para el debut de mañana ante México.

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El presidente de la Asociación Sudafricana de Fútbol, Kirsten Namatandani, agradeció el apoyo, pero también fue cauto al decir que el equipo debe mantenerse concentrado.

En cambio el presidente de la nación, Jacob Zuma, se une a la euforia de soñar con una final de la Copa del Mundo, a 16 años de que el país se liberó del régimen de segregación racial.

Al hablarle a los jugadores antes de una sesión de entrenamiento ayer, Zuma dijo que esperaba que el equipo tenga actitud de combate y fije su meta en ganar el torneo.

"La Copa ha llegado a África por primera vez y lo hizo en Sudáfrica", le dijo Zuma al equipo, y agregó su augurio: "Debería quedarse aquí...".

Mundialistas: Fiesta Bafana
Palabras de Mandela
"La Copa del Mundo 2010 es más que un simple juego, ella simboliza el poder del fútbol para unir a la gente, cualquiera sea su lengua, el color de su piel, su color político o su religión", fue un fragmento de la carta que el ex presidente sudafricano y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, envió al 60º Congreso de la FIFA, que reunió a sus 208 miembros ayer en Johannesburgo.