Permanecer por 30 minutos o más dentro de los parqueos cerrados produce daños a la salud, debido a los contaminantes que acumula ese ambiente.

Esta es la advertencia lanzada por cuatro especialistas consultados por este Diario –entre ellos Juan Carlos Blum, gerente general de la consultora ambiental Efficácitas– respecto al riesgo de respirar por tiempos prolongados gases como monóxido y dióxido de carbono, azufre, ozono, hollín de diesel y micropartículas en parqueos.

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No hay un estudio que determine a cuánto asciende la contaminación en los estacionamientos cubiertos, pero expertos como Bladimir Ibarra, director técnico de la Red de Monitoreo Atmosférico (Corpaire) en Quito, consideran que en un parqueo la concentración de gases puede llegar a ser hasta diez veces mayor que en los espacios a cielo abierto. “Una persona no debe estar más de una hora en sitios donde la concentración de monóxido sea mayor a 40 miligramos por metro cúbico”, advierte el especialista.

Corpaire no ha monitoreado el aire de Guayaquil, pero sí el de Quito, que registra a cielo abierto una concentración de 4 miligramos de monóxido de carbono por metro cúbico.

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Cuando una persona se queda más de una hora en un parqueo sin adecuado sistema de ventilación, pequeño y con más de un centenar de vehículos, puede arriesgar su salud. Ibarra explica que el monóxido de carbono compite con el oxígeno de la sangre humana y puede ocasionar síntomas de letargo.

En los parqueos de los centros comerciales la contaminación –indica Francisco Torres, del Centro de Medio Ambiente de la Espol– es mayor porque “el ambiente es cerrado y no hay nivel de transferencia de aire limpio (el aire no circula)”.

El Mall del Sol, por ejemplo, recibe de lunes a viernes unos 1.600 carros por día, que equivale al 80% de su capacidad. Los fines de semana la cantidad aumenta. “Tenemos 13 equipos de extracción (que absorben los gases contaminantes) y dos ventiladores en el garaje del sótano”, asegura Sofía Naranjo, gerente de Marketing.

No obstante, dice Naranjo, muchos conductores desconocen que en las terrazas de las dos torres de parqueos también es posible estacionarse y prefieren los pisos inferiores, generando congestión y gases.

Los parqueos del Malecón 2000, en algunos tramos, usan aireación natural. “El que posee ventilación forzada es el de la av. Olmedo, porque no tiene salida al río y lo hacemos con extractores de 1.500 pies cúbicos por minuto, así como el de la plaza Rodolfo Baquerizo”, dice Fernando Delgado, gerente de Operaciones del Malecón. El personal de esas áreas no usa mascarillas, porque según Delgado no es necesario.

Efficácitas realizó un estudio técnico para el área de andenes de buses en la terminal terrestre y recomendaba instalación de sistemas de ventilación y medición de contaminación.

“Ahí son parqueos abiertos donde esperan los buses, pero a pesar de eso puede haber problemas y debería haber medidores que digan: ‘Hay tal nivel de concentración, apaguen buses’; a los choferes no les gusta apagarlos y hay la vieja creencia de que si prendo y apago el motor se me gasta la batería y eso era verdad pero con los diésel de los noventa”, recuerda Blum preocupado más que por los pasajeros, por los vendedores “que están todo el tiempo ahí”. Expertos recomiendan no tener los vehículos encendidos innecesariamente ni acelerar mientras se espera en una fila de vehículos. El personal que trabaja en esas áreas, dicen, debería rotarse para no sufrir males respiratorios a largo plazo.

En el hospital neumológico Alfredo Valenzuela, que trata sobre estas enfermedades, no se han presentado afectados por una directa exposición a los gases en los parqueos, dice su director, Carlos Vásquez, quien, sin embargo, recalca que “toda persona está expuesta”.

Estudios y regulaciones
En el 2001 se emitió la ordenanza que obliga a realizar estudios ambientales a las obras civiles y a los establecimientos industriales, comerciales y de otros servicios en la ciudad.

Listado actualizado
El artículo 1 dispone que las direcciones de Urbanismo y Medio Ambiente del Municipio de Guayaquil elaboren de forma “permanente y obligatoria un catastro actualizado en todo el cantón” de los establecimientos comerciales y de otros servicios, para que sean considerados en el programa de prevención ambiental.

Falta de estudios
Sin embargo, el director municipal de Medio Ambiente, Camilo Ruiz, precisó que “el Municipio aún no ha hecho ningún estudio para medir contaminación en parqueos privados de centros comerciales o edificios porque se ha preocupado de estudiar la calidad ambiental del aire en los ambientes externos”.

Prometen auditorías
El funcionario municipal asegura que “en los próximos días” se elaborará el programa piloto en un parqueo privado para medir niveles de material particulado e inferir conclusiones”.