AP-EFE-AFP
SANTIAGO.- Los miembros de la polémica Colonia alemana Dignidad rechazaron sepultar a Paul Schaefer en el cementerio de la comunidad creada por el ex suboficial nazi, quien falleció el sábado en la cárcel.
Su hija adoptiva, Rebeca Schaefer, lo sepultaría en un cementerio privado.
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El ex nazi murió a los 88 años en la cárcel, donde cumplía sentencias de 7 años por homicidio calificado, 3 años por infracción a la Ley de Control de Armas, 3 más por torturas y 20 años por abusos sexuales a menores.
Schaefer perteneció a las Juventudes Hitlerianas y sirvió como enfermero en la II Guerra Mundial. Tras la guerra creó un hogar evangélico para niños, pero acusado de abusos sexuales, huyó en 1959 a Chile donde fundó la Colonia Dignidad en 1961, como una sociedad protectora infantil.
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El lugar, de 16.000 hectáreas se transformó en un enclave hermético con escuela, hospital, cementerio y aeródromo propios, rodeado de alambradas y guardias armados, todo al margen de las leyes chilenas y sus moradores soportaban un régimen de semiesclavitud.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el lugar fue utilizado como campo de concentración y torturas por la policía secreta.
Luego de ser imputado por abusos sexuales contra 26 niños, Schaefer se esfumó en marzo de 1997, hasta que periodistas del Canal 13 de televisión lo encontraron en una localidad cercana a Buenos Aires, donde se lo detuvo y el Gobierno argentino lo expulsó a Chile.