La monilla del cacao, principal enfermedad que ataca el fruto puede ocasionar pérdidas en más del 55% de la producción nacional, alertó Bernardo Sáenz, técnico colombiano traído por la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao, para asesorar a los técnicos en su control.

Para Sáenz hay mucha similitud del desarrollo de la enfermedad en Ecuador con Colombia, en donde un 55% de la cosecha se pierde anualmente por este hongo, que principalmente afecta las mazorcas del cacao por descuido de los productores.

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En su país han unido esfuerzos la cadena del cacao y el Gobierno para emprender una campaña que realmente llegue al productor, “hemos notado que el problema aumenta porque no se llega con un mensaje claro al cacaotero, eso nos hizo cambiar la estrategia”, resaltó.

El promedio de producción de las fincas en Colombia afectadas con monilla es de 450 kilos por hectárea y cuando se ha logrado controlar llega a 800 o mil kilos, explicó.

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Según Sáenz, la monilla no se puede erradicar pero con las buenas prácticas culturales (buen manejo de cultivo) baja notablemente logrando de 40 a 60% de los frutos enfermos a un 3 o 4%.

La campaña anual cuesta a su país 2 millones de dólares haciendo en las fincas escuelas de campo para que los productores vean cómo realizan el control que para ellos no vale más de 250 dólares al año pero que les representa mucho más porque los rendimientos se incrementan en 400 o 500 kilos. “Yo le digo a los agricultores que hay que tener solamente ojos, manos y unas tijeras podadoras, no hay que usar químicos ni productos, solo es la voluntad de controlarla”.

Recomendó al productor no esperar hasta ver un polvillo blanco en la fruta, la plantación se debe examinar diariamente y a los primeros síntomas que se inicia con la deformación del fruto, y manchas amarillas aceitosas que luego se tornan café, empezar a hacer limpieza para evitar propagación del hongo, antes de que inicie la aparición el pol-vo blanco y no tenga remedio la planta.