En Galápagos hay 134 embarcaciones autorizadas para hacer turismo, pero al menos otras 102 laboran de manera no regularizada y ofrecen diversas opciones, con costos hasta dos veces menores. Por ejemplo, un tour diario de Santa Cruz a la isla Floreana vale $ 135 por persona; los no regulados cobran $ 70. Frente a esta realidad hay un tira y hala de los involucrados. Los operadores organizados se quejan; el Parque Nacional Galápagos (PNG) reconoce el problema y dice que busca salidas; la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, afirma que existe “una percepción errada, creada por seudooperadores...”. La Armada asegura que ha emitido al menos quince citaciones en dos meses por hacer turismo ilegal.