El IESS seguirá invirtiendo en bonos del Estado. Hay dos explicaciones posibles. La del Presidente del Consejo Directivo es que se trata de una inversión rentable. Pero si es así, por qué ningún otro inversionista importante sigue su ejemplo. Si no fuese por el IESS, esos papeles simplemente no tendrían ningún valor, porque casi todas las líneas de crédito se han cerrado para el país, que por ese motivo deberá sortear este año con un déficit superior a los 4.000 millones de dólares.

Eso nos lleva a la segunda explicación: que la compra de esos bonos no es un buen negocio para el IESS, pero sí para el Gobierno central, que necesita dinero con desesperación y para eso no encuentra mejor modo que exprimir al IESS.

El cuento de la gallina de los huevos de oro es muy conocido. Tanto se la exprimió que murió asfixiada. Que no ocurra lo mismo con el IESS.