Luis I. Franco Sánchez,
médico, Guayaquil.- Hay que "felicitar" al Ministerio de Salud por el colapso que en estos días ha sufrido el sistema de salud pública de Guayaquil. No tiene culpa la estación lluviosa ni el haber cambiado de manos el PAP. Todos los años tenemos una incidencia similar de pacientes que por motivo de las lluvias y sus consecuencias enferman.

Los pacientes del PAP están siendo atendidos mal que bien, y no son tantos como para hacer fallar al sistema de salud.

El asunto radica porque se hace propaganda de que en el único hospital general de adultos que tiene el Ministerio en Guayaquil, ha mejorado su atención y tiene nuevos equipos para diagnóstico, por imágenes. Y el público cree en la propaganda y acude en masa a recibir esta nueva y mejorada atención; y si se accidentan quieren viajar en ambulancias nuevas con tecnología de punta que mas rápidamente los hagan llegar al área de emergencia que es de cuarto mundo.

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"Felicitaciones" por la propaganda, ha dado resultado; la gente ha respondido.

Ahora le toca corresponder al régimen porque la salud ya es de todos, ¿o no? Ya tienen los pacientes, ahora les toca lograr los medios para atenderlos. Contratar a las clínicas privadas es de la mejor idea, ya que al día la cama cuesta menos, y se le da trabajo al sistema de salud privado que está venido a menos.

Faltó programación, como dije, no es que hay mayor incidencia de las enfermedades de estación, lo que pasa es que hay más población. No es lo mismo 20% de hoy, a 20% de enfermos de hace 20 años. Se ha pagado a médicos cubanos para hacer un censo de minusválidos, pero no se hizo una evaluación de las necesidades de consultas primarias, consultas de especialidad, hospitalización, cirugías y enfermedades crónicas en la ciudad ni en el país. Seguimos en esta situación y el IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) no puede al momento atender la siniestralidad que en salud tienen sus afiliados. Si se logra la afiliación de la totalidad de las personas con empleo, habrá que planificar y posiblemente construir más hospitales, centros y subcentros de atención a los afiliados. ¿Estarán contemplando esta eventualidad?

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Planificación y menos propaganda, nos puede llevar lejos.

Luis I. Franco Sánchez,
médico, Guayaquil