En un reciente paseo por la Ruta del Sol (ahora conocida también como ruta “del spondylus”) pude apreciar los trabajos que se están realizando en la carretera, y más allá de ciertos tramos que aún no se concluyen, en corto plazo podremos contar con un excelente camino que nos permita apreciar la belleza de nuestras playas.
Observé en los recintos por los cuales se tiene que atravesar, la alarmante cantidad de perros vagabundos que circulan por las calles de cada población, y lo que más impacto causa es que se encuentran con sarna (algunos con la piel casi en llaga viva), famélicos y muchos cojeando o con algún tipo de incapacidad.
Común es ver que mientras las personas comen o beben despreocupadas, estos pobres animales se sitúan a su alrededor quizás para recibir alguna sobra que calme en algo su hambre y desesperación o tormento que expresan a través de sus miradas. Las personas debemos mostrar nuestro grado de civilización de varias formas, y una es mediante el respeto a nuestros congéneres y hacia seres leales como los perros. Aprendamos a tratar adecuadamente a las especies que nos rodean. ¡Aprendamos a tratar bien a los animales!
Publicidad
Roberto X. Estrada,
Guayaquil