AFP-AP
CONCEPCIÓN, Chile.- La maquinaria pesada empezó a retirar ayer los escombros tras esfumarse las esperanzas de hallar sobrevivientes del terremoto y tsunamis que arrasaron Chile, iniciando una lenta reconstrucción que, según la presidenta Michelle Bachelet, tomará hasta cuatro años.
Las retroexcavadoras se convirtieron en un símbolo del principio de la reconstrucción tras la tragedia que deja hasta el momento 802 muertos, sensación fortalecida por Bachelet, que ayer se refirió al gran desafío que aguarda al país.
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La reconstrucción demorará "prácticamente todo el gobierno próximo o por lo menos 3 años", dijo la Mandataria en una entrevista, e indicó que la magnitud de los daños "es enorme". Agregó que si bien "Chile tiene recursos para una cantidad de acciones, vamos a tener que pedir crédito al Banco Mundial u otras entidades".
Especialistas han estimado en $ 30.000 millones los costos de la catástrofe, el 15% del Producto Interno Bruto (PIB).
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Bachelet dijo que esperaba reunirse en las próximas horas con el presidente electo Sebastián Piñera y los ministros de las áreas más afectadas para "hacer una evaluación, un diagnóstico y una transmisión de lo que creemos hay que hacer. A él (Piñera) le va a tocar parte de la emergencia y la reconstrucción", puntualizó.
Por su parte, Piñera, quien asumirá el próximo 11 de marzo, designó ayer a sus representantes en las cinco regiones más azotadas por el terremoto y los tsunamis, en su mayoría ingenieros civiles y con historia en el negocio de la construcción.
El Mandatario electo señaló: "Nuestro futuro gobierno no va a ser el gobierno del terremoto, va a ser el gobierno de la reconstrucción", y anunció un plan denominado Levantemos Chile, de cuatro puntos para paliar la devastación.
El primer punto es enfrentar la emergencia ciudadana para aliviar a las víctimas y reforzar la búsqueda de los desaparecidos. El segundo será restablecer los servicios públicos y el orden alterado tras el sismo por actos de vandalismo y pillaje. El tercero, la recuperación del aparato productivo y el restablecimiento de comunicaciones, carreteras, puertos y aeropuertos; y finalmente la reconstrucción "con estándares más modernos y eficientes".
Para ello Piñera reveló que reformulará su plan de gobierno, que daba prioridad a la seguridad pública y a la recuperación económica con la creación de un millón de empleos.
Además, ante la polémica por la falta de una alerta al tsunami, reconocida por la Armada y el gobierno de Bachelet, Piñera dijo que modificará los sistemas de alerta temprana.
Aunque no informó cómo financiará la reconstrucción, el gobierno de Piñera dispondrá de un fondo de ahorro de 11.250 millones de dólares, gestado con los ingentes recursos aportados por el cobre, principal producto de exportación.
Un informe preliminar calculó que hay 500.000 viviendas destruidas, las que podrían aumentar a 1,5 millones.
Hubo destrozos serios en infraestructura, sobre todo en las dos regiones del centro sur más amagadas por el sismo, Maule y Bío Bío, pero también hubo daños en la capital Santiago, donde miles de personas quedaron sin viviendas por la destrucción incluso de modernos edificios de apartamentos.
Entretanto, Chile hará un nuevo recuento de víctimas tras reconocer que en la región del Maule, la más afectada, se daba por muertos a desaparecidos, lo que podría reducir en unos 200 el número de difuntos.
Mientras, las grandes ciudades como Concepción y Talca empezaban a mostrar señales de normalización con la llegada de alimentos; pero en poblados de la Costa los socorristas seguían buscando desesperadamente a los desaparecidos.
Testimonios: Sobre el terremoto y el tsunami
'Vi cerca a la muerte'
"Fue el momento que más cerca vi la muerte, fue una sensación horrible, en el octavo piso, la verdad es que estaba esperando que se cayera el edificio, por los ruidos y movimientos que había. Creo que, entre todo el desastre, somos privilegiados
Martín Ligüera,
jugador del equipo Unión Española.
'Aquí ya no se puede vivir'
"La población se dedica a la pesca o al cultivo de algas. No me parece que se pueda reanudar la vida en este lugar. Demoraron años que pusieran el alcantarillado y las tuberías. Ahora se reventaron (por el terremoto)... este ya no es un lugar apto para vivir".
Daniel Navarro,
presidente de la Asociación de Pescadores.
'Queda poca gente'
"La gente que está en el campo está un poco mejor, porque tienen cosas guardadas, pero nosotros lo tenemos que comprar todo. Queda poca gente, solo tres familias en mi cuadra, porque muchos huyeron a casas de familiares, albergues o carpas.
Verónica Campos, 35 años,
habitante del pueblo de Parral
'Andamos con lo puesto'
"Se derrumbó la casa en la que vivíamos con mi papá y mi hijo. Llevamos dos días viviendo en el albergue. Nos han dado comida y agua, pero andamos con lo puesto. Al ver los escombros recuerdo lo cerca que estuvimos de la muerte".
Yasna Pereira, de 21 años,
moradora de Constitución
'No alcanzamos ni a ratón'
""Acá fue tierra de nadie. Decimos que somos un país jaguar y estamos incomunicados. Con esto no somos jaguar, No alcanzamos ni a ratón". "Por la lentitud con que llegó el Gobierno, el pueblo se saqueó. ".
Anita González y Sergio Carmona,
moradores de Coronel.