De todo el proceso lo mejor fue enterarse de que no tenía cáncer como lo creyó por algo más de seis meses. Para Leonel Jaramillo, de 57 años, la pérdida parcial del sentido del gusto y el olfato y la falta de sensibilidad en la piel del cuello ya son efectos colaterales con los que ha aprendido a vivir, después de pasar por catorce sesiones innecesarias de radioterapia.
A inicios del 2005, Jaramillo tuvo un problema, su voz cambió. Se preocupó.
Publicidad
En abril el diagnóstico fue un nódulo en la cuerda vocal derecha. Con el resultado de la biopsia empezó la parte más intensa de su enfermedad, los médicos que lo atendieron en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, donde también es doctor desde hace 30 años, le dijeron que era cáncer. El tratamiento elegido fue radioterapia en la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer.
“Ya sentía que no daba más”, dice ahora con expresión despreocupada, en ese tiempo recuerda que empezó a producir mucha mucosidad por la nariz, le cambió la voz y la piel de su cuello se volvió negruzca.
Publicidad
Los efectos tuvieron otra consecuencia, tuvo curiosidad sobre su diagnóstico. Jaramillo pidió las plaquetas de su biopsia y consultó a otros patólogos. Cuatro le dijeron que sus tejidos no demostraron cáncer.
“Al principio no pensé en demandar, pero después me decidí”, comentó, recordando que no creyó que el fallo se demorara tanto en llegar.
Su respuesta la tuvo el 18 del mes anterior cuando el Tribunal Contencioso de lo Administrativo, donde presentó la demanda en octubre del 2005, le dio un fallo favorable y para Joffre Campaña, su abogado, sentó un precedente.
Los jueces exigen, según el documento, que los doctores que estuvieron implicados sean los que cubran la demanda que originalmente pide $ 5 millones de indemnización.
Campaña asegura que esta cifra “es simbólica” y que aunque la resolución final no establece montos ya se emprendieron acciones para establecer una cantidad. El primer paso fue enviar una carta a Ramiro González, presidente del directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), para llegar a un acuerdo en el centro de mediación de la Procuraduría General del Estado. Sin embargo, al mismo tiempo pidió una ampliación del fallo para que se fije una cantidad.
Este último documento fue presentado el pasado 23 de febrero considerando que pudo ser “un error involuntario” no se fijó la indemnización de acuerdo con “la dispuesto en la Constitución y la ley”.
Mientras tanto, Jaramillo dice que no se desespera, piensa que puede esperar un poco más si ya lo hizo durante cinco años. El fallo del Juzgado lo alegra, le parece que es justo.
Dice ahora entre risas que la comida con sal la siente saladísima, no reconoce la diferencia entre el brócoli y la coliflor o el rábano y la zanahoria, pero ya no le molesta, disfruta escuchar de las burlas cariñosas de su esposa quien lo provoca tentándolo con que distinga si lo que come en el almuerzo es bistec de hígado o carne.
Leyes
La demanda, según el abogado Joffre Campaña, se justifica en el artículo 20 de la Constitución de 1998 y en el artículo 11 de la actual por el derecho a reclamar una atención de calidad en instituciones del Estado.
Informe
Los cuatro médicos que analizaron el tejido y determinaron que era benigno fueron: Fernando Camacho, Gaetano Leone, Abel Castillo y Margarita Kury.