Cuenta la Biblia que en tiempos de guerra, el rey David cometió un horrible pecado: ordenó la muerte de Urías, su mejor general, para quedarse con su esposa, Betsabé, con la que vivía en adulterio. Dios, viendo que David no hacía nada para rectificar, mandó al profeta Natán para que lo amonestara. El Rey se arrepintió y, para mostrar su sinceridad, delante del pueblo se cubrió de polvo y  ceniza.

El sacerdote Paulino Toral recuerda este pasaje bíblico para resaltar uno de los ritos más significativos de la Iglesia Católica y que se celebra hoy: el miércoles de ceniza,  el inicio de la cuaresma, el tiempo en que vivió Jesús en el desierto, y el tiempo en que los cristianos se reconcilian con Dios mediante la confesión. Es una fecha clave para arrepentirse y comprometerse a cambiar. Es el día en que el sacerdote recalca la frase bíblica de que “polvo eres y en polvo te convertirás”.

Publicidad

Sin embargo, no todos los católicos conocen el significado del miércoles de ceniza. Unos acuden a las misas por la verdadera conciencia del arrepentimiento y cambio, otros por la costumbre antiquísima que heredaron de sus padres o por la fe en Dios. También hay quienes no acuden al acto litúrgico.

“Lamentablemente, muchos hoy acuden a la ceniza, pero sin ningún dolor, sin ningún arrepentimiento, sin un anhelo de conversión interior. Nos hemos quedado con el rito externo por puro folclore y novelería, pero no imitamos a David en lo interior”, dice Paulino Toral.

Publicidad

Mélida Guachicullca, de 67 años, asiste porque piensa que ese día va a resucitar, como Jesús, a una nueva vida. “Uno tiene que cambiar, meditar. Tenemos que creer en el Evangelio, del polvo viniste y al polvo volverás”, dice esta madre de seis hijos y abuela de 20 nietos.

El jueves pasado, Mélida leía la Biblia mientras esperaba el inicio de la misa por el Día del Enfermo. “Estoy pasando por una prueba muy difícil, le pido a Dios para que le dé sabiduría a mi hijo, para que tome las decisiones correctas”, dice ella al confesar que como penitencia ha dejado de ver las novelas que tanto le gustaban. “Me doy cuenta de que a veces yo misma busco pretextos para ver la novela, pero rápido me alejo”.

El padre Rómulo Aguilar, rector de la Catedral, dice que aunque muchos católicos no tengan claro el concepto teológico y litúrgico del miércoles de ceniza, “el sentido de que tierra somos y a tierra volvemos está muy claro, el sentido de penitencia está muy claro”.

Irma Pérez, de 55 años, tiene más clara la idea de cumplir penitencias durante el tiempo de cuaresma (cuarenta días antes del Viernes Santo), por eso no falla cada año en su visita a las siete iglesias, al ayuno  y a la abstinencia de comer carne los días viernes de la cuaresma. “También voy a la procesión del Cristo del Consuelo”, dice Irma sin mencionar el sentido de arrepentimiento al que llama el rito del Miércoles de Ceniza.

“Es un problema, no estamos conscientes del mensaje del miércoles de ceniza, nadie quiere sujetarse a lo que la vida de la Iglesia invita a poner en práctica”, señala el padre Humberto Peñafiel, de 79 años y párroco de la capilla de la maternidad Enrique C. Sotomayor.

Gonzalo Padilla, de 66 años, dice que él recibe la ceniza desde que era niño, porque para él es una costumbre. “Es un símbolo de todos los años, desde tiempos en que mi padre vivía. Hay que seguir los pasos de antes, dicen que recibiendo la santa ceniza en la frente Dios perdona los pecados cometidos, dicen que es así, no sé”, comenta este hermano retirista de la congregación Juan XXIII y devoto del Jesús del Gran Poder.

La penitencia que él cumple con frecuencia, y no solo durante la cuaresma, es la oración. “Siempre pido el perdón de los pecados”, dice Padilla.

Durante la cuaresma, los sacerdotes piden a sus fieles el ayuno y la abstinencia, pero no solo abstenerse de comer carne cada viernes, sino que en lugar de eso, aconseja el padre Humberto Peñafiel, se puede cambiar esa penitencia por una obra de caridad y una actividad de apostolado. “Hay que reconocer con humildad lo que somos”, agrega Peñafiel.

El ayuno espiritual es lo que más agrada al Altísimo, dice. De ahí que sugiere que más que no comer carne, lo que hay que ser es menos egoístas, chismosos y soberbios. “A veces se dice que se ayuna en el Viernes Santo, pero justamente ese día hay 20 platos en la mesa”, critica el padre Rómulo Aguilar.

Aunque no conoce el significado real del miércoles de ceniza, Jorge Muñoz, de 52 años, acude a la iglesia por devoción. Él cree en Dios y cada vez que puede asiste a la capilla del Cristo del Consuelo para orar por sus dos hijos, con quienes vive en la cooperativa 17 de Septiembre, en la isla Trinitaria. “Para mí la ceniza es algo importante, yo voy por fe, pongo velas y rezo, pero no hago penitencias”, dice Muñoz.

Él y su familia acudirán a esa iglesia hoy. En todas las capillas habrá misas para la imposición de la ceniza y empezará una etapa de reflexión en el 75% de los católicos del país.

Detalles: Arrepentimiento
Relato bíblico
Según la Biblia, los judíos tenían la costumbre de expresar su arrepentimiento vistiéndose de telas ásperas y cubriéndose de ceniza. Ellos expresaban así su deseo de cambiar de vida.

Misas hoy
En la iglesia de la Catedral habrá misas por el miércoles de ceniza desde las 07:00 hasta las 19:00. La eucaristía se celebrará cada hora para que los católicos puedan asistir con sus familias a participar del rito religioso por inicio de la cuaresma.