Leí un pedido en este mismo espacio de una persona que llamaba a la Policía a realizar patrullajes en  Guayaquil, sobre todo en estos días de carnaval, y me uno a ese ruego porque muchos ciudadanos salen de paseo a otras ciudades o a balnearios cercanos dejando solos sus negocios, vivienda; pero también otras familias nos quedamos en la ciudad porque no nos alcanza nuestro presupuesto para gastos extras, y estos días los tomamos para limpiar patios, garajes, arreglar bien la casa, hacer algo de jardinería,  ordenar documentos, y también ver en nuestros televisores alguna película.
Pero total, estando en casa o fuera, en feriados como este es que los hampones roban con más libertad porque saben que los policías están apostados en las concurridas carreteras.

¡Cuidado, miembros de la Policía Nacional, no descuiden Guayaquil, vigílenla día y noche para contrarrestar a los delincuentes, y para poner orden a los carnavaleros que lancen peligrosamente globos, agua, a los transeúntes.

Estas dos cosas, el delito y el mojar en carnaval, ¡deben ser penadas!
Es terrible que muchas familias, por estar “chiras”, debamos quedarnos encerradas en casa –soportando el calor de invierno– y tengamos además que ser presas, por un lado de los delincuentes que siguen cometiendo robos, asaltos, secuestros..., en Guayaquil; y por otro, de la incultura de un “juego” desenfrenado que por su agresividad llega a causar accidentes (choques, heridas, golpes...) y hasta muertes que lamentar.

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Margoth Navarrete,
madre de familia, Guayaquil