“No se puede comunicar con un diario de élite (clase alta) un plan de gobierno dirigido a estratos populares”.
Con esa frase, el asesor gubernamental José Orús se refiere a diario El Telégrafo, bajo la infraestructura del cual propone hacer el nuevo diario popular que se llamaría El Compañerito o El Pepe.
Publicidad
“Actualmente el Gobierno cuenta con diario El Telégrafo, un diario de opinión, teóricamente de circulación nacional, que no ha logrado en casi dos años alcanzar los niveles de popularidad, circulación y penetración de mercado necesarios para lograr los objetivos que originalmente perseguía el Gobierno”, señalan las justificaciones del proyecto.
La presencia del asesor, de hecho, ha merecido el rechazo de la plana dirigencial de la redacción de El Telégrafo, cuyos editorialistas suscribieron una carta abierta a la junta de accionistas, en la que le advierten que “el desarrollo y consolidación de los medios públicos tiene como condición indispensable su independencia informativa respecto del poder político.
Publicidad
Cualquier decisión o iniciativa que tienda a vincular a estos medios con actividades de promoción y difusión del gobierno de turno supondría un retroceso no solo en la cultura periodística sino también en las posibilidades de democratización del espacio mediático en el país”.
Pero Orús tiene más argumentos a su favor: “La falta de popularidad del actual diario se debe a que es básicamente de opinión, cuando lo que se necesita es un diario de perfil popular, que pueda tener una mayor incidencia en las clases media y media baja”.