Cuando llegó su turno de declarar en la audiencia de juzgamiento, la semana pasada, Juan Daniel Morán Cevallos admitió que fue contratado por Julio  Salinas Chica para que acabara con la vida de su hijo y su nuera, para acceder a  70 mil dólares que ellos guardaban en su departamento.

Contó que conocía a Salinas porque su padre, quien tiene un taller de relojería, era muy  amigo de este.

Publicidad

Años después perdió contacto con él, hasta que a fines del 2008 se lo encontró cuando pasaba por la calle Lorenzo de Garaycoa, por la ferretería de la familia de Salinas.

Relató que en medio de la conversación le propuso que buscara a personas para asesinar a su familia y que para efectuar estos contactos recibió 500 dólares inicialmente.

Publicidad

Luego sostuvo que Salinas le pagó cinco mil dólares por el “trabajo” y que optó por seguirle la corriente, pues su único fin era planificar el atraco y llevarse los 70 mil dólares.

“Matarlos no era el plan”, reiteró ante el jurado Morán, quien dijo que para robar en el departamento del hijo de Salinas Chica citó a otros cuatro conocidos más.

Ellos serían: José Rosales Cucalón, Wellington Ponce Víctores, Efrén González Lino y Sixto Zambrano Cazar.

El detenido  explicó ante el Tribunal que acordó con Ponce y Zambrano ubicarse afuera del edificio donde vivían las víctimas para que estén de “campaneros”, mientras que el resto sorprendía a la pareja en el departamento con sus hijos.

Los hampones habrían llegado al lugar a partir de las 20:00 del 17 de febrero, luego de encontrar la puerta de ingreso al edificio abierta, tal como lo hablaron con Salinas.

Unos aguardaban en el baño de la residencia de los fallecidos y otros, en una bodega en el mezzanine.

Morán contó que primero atacaron a Nelson Salinas, de 54 años, y a su hijo. Los maniataron y los encerraron en cuartos separados. Dijo que al gritar bajó la esposa con la niña, quienes corrieron igual suerte.

Al final, según Morán, no se encontró la totalidad del dinero (70 mil dólares) y solo se llevó  320 dólares, ropa y otros objetos de valor de la casa.

Mientras dejaron a la pareja encerrada y maniatada, optaron por liberar a los menores.

Morán enfatizó que salió de la casa con el dinero en la madrugada del 18 de febrero con tres de sus compañeros y que hasta ese momento no se había matado a nadie.

Responsabilizó de las muertes a José Rosales Cucalón, a quien acusó de haber violado a la esposa del hombre agredido. Sin embargo, Rosales negó su culpa en ambos hechos.

Morán indicó que se enteró de los decesos por las noticias, tras la repartición de lo robado en casa de la pareja.

Luego de dar sus declaraciones, los enjuiciados por el doble crimen no respondieron a las preguntas de la parte acusadora y de los abogados de los otros reos presentes, se acogieron al derecho del silencio ante el Tribunal.

Tenía negocio propio
A pesar de que su esposa señaló que la herencia familiar fue fruto de su trabajo de toda la vida, Julio Salinas Chica indicó que tuvo un negocio propio en el centro de la ciudad y que fue él quien compró el edificio donde ocurrieron las muertes (Lorenzo de Garaycoa entre Aguirre y Luque).

Amor a su hijo
Tras ser interrogado  sobre si sentía algún  afecto por su hijo asesinado, Salinas manifestó que lo quería mucho y que era incapaz de cometer algo en contra de su vástago.