AFP
ZÚRICH, Suiza.- La Comisión disciplinaria de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) decidió este lunes no sancionar al francés Thierry Henry por su mano ante Irlanda en la repesca para el Mundial 2010, al estimar que "no hay texto jurídico" para sancionar al futbolista.
"La Comisión disciplinaria llegó a la conclusión de que no había base jurídica para volver a estudiar el caso, porque la falta por mano no puede considerarse como un hecho grave, tal y como lo exige el artículo 77º del Código disciplinario de la FIFA", indicó la organización internacional de fútbol.
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"Ningún texto jurídico permite a la comisión sancionar un hecho que se escapó a los oficiales del partido", precisó la FIFA, haciendo alusión a los árbitros del encuentro.
En el minuto 103 del Francia-Irlanda (1-1), Henry se ayudó de la mano para controlar un balón que le pasó a William Gallas, autor del gol que clasificó a Francia para disputar el Mundial de fútbol de Sudáfrica que se celebrará este año en detrimento de los irlandeses.
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Joseph Blatter, presidente de la FIFA, anunció el pasado 2 de diciembre en una reunión del Comité ejecutivo mantenida en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) que habría una investigación de la Comisión disciplinaria, un órgano independiente de la FIFA, que estudiaría el gesto del capitán de la selección francesa.
De esta manera, la FIFA da por cerrado un expediente espinoso. La "mano de la rana" ("hand of frog") la designó la prensa irlandesa, haciendo referencia a la "mano de Dios" de Diego Armando Maradona en el Mundial de México-1986.
"Espero de todo corazón que éste sea el fin de la historia", dijo este lunes a la AFP Jean-Pierre Escalettes, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF). "Que Thierry Henry no sea sancionado no es sorprendente, sino lógico. Nada en el reglamento de la FIFA permite sancionarlo, y la FIFA no ha hecho otra cosa que aplicar el reglamento", añadió el responsable.
La falta por mano no sancionada a Thierry Henry generó una polémica mediática mundial, en la que llegaron a manifestarse dirigentes políticos de Francia e Irlanda.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, pidió que el partido se volviera a jugar, mientras que su homólogo galo, François Fillon, replicó que no le tocaban ni al gobierno de Irlanda ni al de Francia "inmiscuirse" en las reglas del fútbol mundial.
La FIFA negó rápidamente la petición irlandesa, y Blatter mantuvo que se podría dar una eventual "compensación moral" a Irlanda.
Dos días después del partido, Henry afirmó que "lamentaba mucho" la suerte que corrieron los irlandeses, que "merecían estar en Sudáfrica". El delantero del Barcelona estimó que "la solución más ecuánime sería jugar el partido de nuevo, pero eso no dependía de él".