El canciller Fander Falconí compareció ayer ante la Comisión de  Relaciones Internacionales y Seguridad de la Asamblea, para informar sobre la política exterior del Gobierno, especialmente en lo relacionado al proceso de integración de Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), los convenios suscritos con EE.UU. y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Colombia.

En ese marco anunció la construcción de la sede de la Unasur, en la Mitad del Mundo, y que ya hay el financiamiento. Ecuador ostenta la presidencia pro témpore del organismo desde el 10 de agosto pasado.

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Falconí resaltó el proceso de integración de la Unasur y dijo que va más allá de los compromisos adquiridos en materia de seguridad, en donde Ecuador logró un consenso para obtener garantías formales para la inviolabilidad de la soberanía de los doce países miembros. Esto ante la preocupación por el acuerdo suscrito para la utilización de siete bases militares de Estados Unidos en territorio colombiano.

Anunció, sin precisar fecha, una reunión del Consejo Suramericano de Defensa para analizar la propuesta de Venezuela sobre una mediación internacional al conflicto interno de Colombia y para declarar a Suramérica libre de bases militares extranjeras.

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El asambleísta Fernando Aguirre (SP) cuestionó a Falconí por permitir la “injerencia” del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la política interna del país. A su criterio, Ecuador sigue una agenda impuesta desde Caracas.

Falconí respondió que la política exterior del régimen es soberana y que “nadie manda”. En ese contexto subrayó que se profundizarán las relaciones con Venezuela y que el 20 de enero se hará en Ecuador una reunión de gabinete  binacional liderada por los mandatarios Rafael Correa y Hugo Chávez.

Defendió además la adhesión de Ecuador a la Alianza Bolivariana para la Américas (ALBA) como una opción preferencial en materia de integración y de diálogo político.

Sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Colombia, dijo que obedece a una hoja de ruta establecida por la voluntad política de los presidentes Rafael Correa y Álvaro Uribe, y que para el restablecimiento definitivo se necesita superar algunas consideraciones todavía sensibles.

Sostuvo que los acuerdos bilaterales con Estados Unidos  para la lucha contra el narcotráfico se realizaron con respeto a la soberanía nacional y por la necesidad de sumar esfuerzos para combatir este mal de la humanidad.