En dirección Costa-Sierra, dos kilómetros antes de llegar a Pallatanga cruza el río Coco y sobre él, teniendo como base un relleno de unos 12 metros de altura, se asienta la carretera Guayaquil-Riobamba. El río cruza el relleno por un túnel de alcantarilla.
Hace algunos meses una parte de dicha alcantarilla se malogró y se produjo un derrumbe parcial del lado del relleno que da hacia mi propiedad –una quinta vacacional– y la vía quedó con una muesca que disminuye su ancho en dos metros y medio, aproximadamente.
Los trabajos realizados hasta el momento por el Gobierno desde Cumandá hasta Riobamba son dignos de elogio, pero en relación con la reparación del daño señalado he recibido atenta visita de ingenieros del Ministerio de Obras Públicas y de la fiscalización de la obra para dialogar conmigo sobre la nueva ubicación de un puente que tienen planificado construir y que afectaría a mi propiedad privada y a otras propiedades privadas vecinas. Ello implicaría desplazar el trazo actual de la carretera y todas las obras accesorias complementarias.
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Sugerimos que debe reconsiderarse la posibilidad de directamente reparar el daño actual y mantener igual el trazo de la vía.
O si técnicamente ello no fuese posible, conforme es la opinión de los ingenieros, y se debe construir el viaducto, proponemos habilitar un desvío transitorio con un puente bailey sobre el río Coco, aguas arriba, a unos cuantos metros de la construcción del puente para mantener normal la circulación vehicular Costa-Sierra, evitando de esa manera el severo perjuicio que causaría en nuestras propiedades la alteración del trazo actual de la carretera, que creemos puede y debe ser respetado.
Además, la empresa constructora debe considerar obligatoriamente los trámites legales insoslayables que se deben cumplir, previos a cualquier inicio de construcción que afecte de manera permanente e irreversible a nuestras propiedades privadas.
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Ernesto Fuentes Rubio,
médico, Guayaquil