¿Podría usted imaginarse a una persona que sostenga que el monstruo caníbal de Uganda, el infame Idi Amín, era “un gran patriota” y que debe ser recordado con admiración?  ¿O que declare que el sanguinario terrorista Carlos, actualmente preso en Francia con prisión perpetua por sus múltiples asesinatos, es “un revolucionario admirable y digno de veneración”? ¿O que organice la Quinta Internacional Comunista para establecer el comunismo en el mundo?

Pues aunque usted no lo crea, esa persona existe y es el Presidente de Venezuela.

Carlos Salvador G.
Quito