Corrían desesperados de un lado para otro tratando de salvar su mercadería. El pánico ayer se apoderó de decenas de comerciantes de la Bahía, en las calles Ayacucho y Chimborazo, cuando del quinto piso de un edificio salía abundante humo.
“Se quema la bodega”, gritó un vendedor del sector mientras recogía la ropa que expendía en la acera del edificio.
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Eran las 10:30 cuando el ir y venir de comerciantes y transeúntes se vio interrumpido por los gritos de auxilio de quienes laboraban dentro del inmueble. Clamaban la presencia de los bomberos.
Doris Mosquera, quien vende jugo en un quiosco frente al edificio, observó que de la terraza “salía humo y lo primero que hice fue llamar a los bomberos, había personas que gritaban a través de los vidrios”.
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En cuestión de minutos las calles aledañas quedaron interrumpidas al tránsito vehicular y de la Metrovía por miembros de la Comisión de Tránsito del Guayas, Policía y Fuerzas Armadas que llegaron al sitio.
Martín Cucalón, primer jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, informó que alrededor de 80 motobombas y 200 socorristas voluntarios arribaron al lugar para hacerle frente a la tragedia que duró cerca de tres horas.
Inicialmente se presumía que el fuego pudo haber sido provocado por el almacenamiento de petardos, pero Cucalón no confirmó esta sospecha. Sostuvo que se debe realizar una inspección. También se investiga si un cortocircuito fue la causa del siniestro.
Comerciantes de la zona identificaron a Julio Solórzano Patiño como propietario del edificio y la bodega, pero este prefirió no dar declaraciones.
Sin embargo, Cucalón le recriminó el hecho de que había cartones de mercadería (electrodomésticos y artículos varios) en las escaleras. “Eso nos dificultó el ingreso”.
Varios bomberos presentaron síntomas de asfixia.