La oferta de universidades que hay en el mercado va desde ingenierías en turismo, ecoturismo y gastronomía, hasta licenciaturas en eventos, secretariado en español, cosmiatría y terapias holísticas.
Según un informe del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (Conea) estas profesiones no deberían funcionar con esos títulos porque son un “engaño” para el estudiante.
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“Las carreras científicas como las ingenierías, han sufrido tal trivialización que hasta se aplican al diseño de modas”, indica el documento.
Señala que en el 2008, existían 3.309 carreras, de las cuales 277 eran técnicas y tecnológicas, 2.099 eran de tercer nivel y 933 de cuarto nivel.
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De las 68 universidades, el 57,4% (es decir 39) daba títulos en carreras técnicas y tecnológicas, incluso cuando en algunos casos no las habían declarado como tal.
El análisis del Conea revela que de estas 3.309 carreras, el 20% (639) era de Ciencias Físicas y Naturales e Ingenierías y Tecnologías, y el 80% (2.650) se orientaba hacia otros campos de estudio como Administración y Comercio (24,6%), Educación (16,8%), Ciencias de la Salud (11,6%) y Ciencias Sociales y Ambientales (11,6%).
“Parecería que la ciencia ha sido prácticamente desterrada como objeto central de reflexión y producción de conocimiento, dando paso a un baratillo de ofertas profesionales que ha arrastrado a universidades privadas y públicas”, señala el informe del Conea.
Las universidades públicas son las que más concentran las especialidades en Ciencias Físicas y Naturales e Ingenierías y Tecnologías, seguidas de las autofinanciadas.
La Sierra concentra el 70% de carreras en áreas duras de conocimiento, frente al 29,8% de la Costa y el 0,2% de la Amazonía.
El análisis del Conea no incluyó un estudio sobre la educación a distancia. “Ahí está el fraude académico. No se pueden dictar a distancia carreras de tercer nivel como arquitectura, ingeniería, leyes; tal vez algún diplomado podría dictarse a distancia”, afirmó el presidente del organismo, Arturo Villavicencio.