Para la subsecretaria regional de Educación, Mónica Franco, resulta imposible aplicar la Ley de Federación Médica que establece un médico escolar por cada 500 estudiantes.
Según Franco, esto significaría una costosa inversión de recursos y no garantizaría la atención adecuada y oportuna al alumno porque los planteles no tienen el espacio físico.
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Por ejemplo, dice, el Vicente Rocafuerte –según la ley– debería tener 14 médicos para los 7 mil alumnos. “Eso es físicamente imposible”, dice.
Añade que la propuesta del Ministerio de Educación es que los locales estén adscritos a un centro de salud cercano para que realicen controles, chequeos y atiendan emergencias. Según Franco, la división del sistema educativo en distritos y circuitos deberá ir acompañada de una inversión del sector médico para ubicar centros de salud más cercanos a las poblaciones.
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“Esta ley debió ser ejecutada en el gobierno en que fue promulgada”, menciona Franco al indicar que en la región no se hacen incrementos de partidas. El próximo año se prevé iniciar una capacitación a los docentes para que conozcan cómo actuar en una emergencia como la registrada en una escuela fiscal donde una menor murió al caerle una pared encima.
Hugo Vera, miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Medicina Escolar, destaca que si se cumpliera la ley se aumentaría la cobertura de servicios de salud de escolares y adolescentes y descongestionarían los centros de salud pública.
Manifiesta que todo plantel debería contar con una comisión de salud, integrada por maestros, directivos, padres y alumnos, para que sean capacitados en primeros auxilios.