El hallazgo de un feto en el baño de la terminal interparroquial La Ofelia, en el norte de Quito, causó alarma ayer entre los usuarios.

Paulina Cuascota, empleada de limpieza de la terminal que encontró el cadáver, dijo que estaba en una funda de supermercado. “La abrí y al ver su cabecita supe que era un feto, luego lo tomé entre mis manos para verle el sexo, pero no pude porque tenía las piernitas entrecruzadas”, comentó mientras encendía velas alrededor del excusado donde halló al bebé.

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Según la empleada, cuando abrieron los sanitarios, a las 06:30, no había nada, pero una hora después, al volver para hacer la limpieza, ya estaba allí.
Ni los guardias ni los usuarios reportaron alguna novedad en ese lapso.