Con ribetes casi cinematográficos que incluyeron un helicóptero de la Policía derribado por tiros de fusil mientras narcotraficantes repelían a una banda rival que invadió su territorio, el pasado 17 de octubre, la violencia se tomó nuevamente las favelas de Río de Janeiro.

Las imágenes de la aeronave en llamas, cerca del estadio Maracaná, que será escenario del Campeonato Mundial de fútbol del 2014 y de las Olimpiadas del 2016, dieron la vuelta al mundo y evidenciaron la inseguridad que rodea a la ciudad.

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La violencia en las favelas se originó, según explica Michel Misse, del Centro para el Estudio de Urbanismo y Violencia, al diario Fohla, de Sao Paulo, cuando los narcotraficantes empezaron a perder clientes de clase alta o media, lo que hizo que impulsen la venta de droga en sus comunidades, provocando competencia.

Silvia Ramos, del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía de la Universidad Cándido Mendes, señala al mismo rotativo que las bajas ventas se deben a redadas policiales más frecuentes, miedo de los consumidores a la violencia en las favelas y el uso creciente de drogas sintéticas como el éxtasis, que se piden a domicilio.

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Un informe de Inteligencia de la Policía Federal afirma que esta búsqueda de mercado enfrenta a las bandas CV (Comando Vermelho o Mando Rojo), la más poderosa; ADA (Amigos de los Amigos), y TC (Terceiro Comando o Tercer Mando).

El CV es liderado desde la cárcel por Fernandinho Beira Mar, uno de los mayores narcotraficantes latinoamericanos que operó en Colombia junto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), donde fue recapturado y extraditado a Brasil el 2001.

Los traficantes, según Fohla, imponen “impuestos” a la población y se enfrentan con la Policía, otros narcos y la “milicia”, ejército paramilitar de ex policías y ex militares que cobran por “protección”.

Una investigación del diario O Globo reveló, incluso, que los narcos y paramilitares llegan al extremo de censurar “el color de ropa de sus habitantes”, citando el caso de una mujer a la que el ADA obligó a regalar un vestido rojo, color de su rival, el Comando Vermelho.

Su origen
Las favelas las formaron miles de inmigrantes que llegaron a Río en busca de mejor vida. Se distinguen de los barrios venezolanos, los suburbios colombianos y ecuatorianos, las villas miseria argentinas y las barriadas en Perú, porque surgen en forma indiscriminada en cualquier lugar de la ciudad y no concentran en dos o tres zonas urbanas. Así, hay lugares en que colindan las humildes casas de una favela con lujosas mansiones en barrios de clase alta.

Historiadores señalan que los soldados que retornaron de la denominada Guerra de Canudos (1893-1897) se asentaron en un lugar de Río, que por su similitud con un asentamiento llamado de las Favelas en Canudos fue conocido como Morro da Favela, con casas pequeñas y superpuestas, construidas con materiales de deshecho.

Actualmente, las 1.020 favelas de Río de Janeiro acogen a más de un millón de los brasileños más pobres, según el Instituto Municipal Pereira Passos (IPP).  Solo las favelas de la Zona Sur, junto a los barrios altos de Ipanema y Leblon, tienen ganancias mensuales de $ 17 millones, relata el analista Rodrigo Mallea al diario argentino La Nación. La revista Veja asegura que 470 de las 1.020 favelas están dominadas por narcos que venden 20 toneladas de cocaína por año, produciendo  175 millones de dólares.

Soluciones
Sebastiao Santos, de la ONG Viva Río, considera que la solución es una mayor inversión en educación, salud y servicios básicos. Según un estudio de la Secretaría Especial de Derechos Humanos y de la ONG Observatorio de Favelas, si Brasil no invierte en seguridad ciudadana, la violencia del narcotráfico se cobrará la vida de más de 33.000 jóvenes hasta el 2012.

Pero como detalla Mallea, no todas las favelas son violentas; la mayor, Rocinha, con 150.000 habitantes, tiene escuelas, televisión por cable, transporte  y una sucursal de Mc Donald´s. Tanto esta favela como Cidade de Deus, famosa por la película del mismo nombre, han desarrollado un “turismo de favelas”  en el cual el visitante constata la realidad social.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió el pasado lunes “limpiar la suciedad” que afecta la imagen del país y de Río. Cinco favelas, (Dona Marta, Babilonia, Cidade de Deus, Batan y Chapeu Mangueira) han sido “pacificadas” con un programa de Policía Comunitaria y servicios sociales que se espera ampliar a cien favelas hasta el 2016.

En Complexo do Alemão, desde el 2007 se desarrolla un plan de inversiones del Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC), con más de $ 270 millones para construir cientos de nuevos hogares, centros de salud y guarderías infantiles, mientras en la favela Dona Marta, sus diez mil habitantes son los primeros en tener internet inalámbrico gracias a una inversión de $ 215.000 del Gobierno del Estado de Río.

Cifras: Operativos
Al menos 40 personas han muerto por la violencia en las favelas de Río los últimos doce días.

2.000 hombres de la Policía Federal intentan pacificar las favelas.

6.000 víctimas deja la violencia cada año en Río de Janeiro.