Las críticas que el presidente Rafael Correa hizo contra el nivel de instrucción que recibió en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) causaron malestar entre ex profesores y ex autoridades de esa institución.

“Lamentablemente, el Presidente se ha convertido en un muchacho malcriado, en un estudiante ingrato. Parece ser que el poder se le ha subido a la cabeza. Habría que darle un ‘ubicatex’”, afirmó César Gutiérrez, quien fue catedrático de Correa en su primer año del colegio San José La Salle y en la Facultad de Economía de la UCSG.

“Créame que cuando fui a estudiar a Lovaina (Bélgica), lloraba de la rabia del tiempo que me hicieron perder, porque qué pésima formación que tuve”, expresó Correa.

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Ante ese comentario, Gutiérrez cuestionó que su gobierno cuente con funcionarios que estudiaron en el centro que el Jefe de Estado critica.

Y citó de ejemplo a las ministras de Finanzas, María Elsa Viteri;  de Turismo, Verónica Sión;  coordinadora de la Producción, Nathalie Cely; y al presidente del directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN),  Camilo Samán.

Néstor Arbito, ministro de Justicia; María de los Ángeles Duarte, de Inclusión Social; Nicolás Issa Wagner, del Litoral; Alexis Mera, secretario jurídico; Carolina Chang, de Salud; David Ortiz, de Transporte; y Raúl Vallejo, ministro de Educación, quien fue alumno y luego profesor, son otros egresados de la Universidad Católica.

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Vladimiro Álvarez, ex rector, señaló a  Teleamazonas  que la actitud del Mandatario es la de un malagradecido. Sostuvo que no debería renegar de la institución que le sirvió.

Por eso Gustavo Noboa, ex Presidente de la República y ex rector de la UCSG cuando Correa era alumno, agregó que el Jefe de Estado no debe ‘cholear’ al centro educativo, pues las otras universidades donde se instruyó (la de Illinois en Estados Unidos y la de Lovaina) no están entre las mejores de sus países, acotó.
 
En cambio Julio Molina, ex decano de la Facultad de Economía en los años de Correa, dijo estar sorprendido de sus expresiones. Refirió que la amistad que hubo con varios directivos sirvió para que algunos se sumen al régimen.

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Él, por ejemplo, presidió por seis meses la Comisión de Supervigilancia de los Bienes Incautados por la AGD. Comentó que lo mismo ocurrió con otro ex decano, Eduardo Egas, quien  fue vicecanciller.

El Presidente cuestionó el nivel académico de algunos docentes y citó que en su época un profesor vendía pollo, de ocho de la mañana a seis de la tarde, y después enseñaba Macroeconomía. “No puede ser, pues, compas; no puede ser”, dijo.

Además de ser alumno, el Mandatario presidió la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Economía y la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica,  y dictó clases desde 1988 hasta 1993.

Es por esto que Nelson Rugel, quien conoció a Correa en sus años de estudio y ahora es catedrático en la Católica, lo califica de resentido social. “Él no se dedicó a estudiar, fue un politiquero desde siempre y por eso él llegó con vacíos”.

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Fuentes de la UCSG revelaron que esta le dio el aval académico a Correa para que sea acogido en Lovaina.