El liderazgo de colombianos en los últimos secuestros de ecuatorianos preocupa a la Policía Nacional, quien busca alianzas con su similar de Colombia para desmantelar las bandas.
La Policía Nacional entregó ayer oficialmente a sus familiares al ciudadano lojano José Armando Berrú Carrión, quien fuera secuestrado el 26 de agosto pasado en Guayllabamba.
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La liberación de Berrú, llevada a cabo por miembros de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía Nacional, se produjo la mañana del 10 de octubre en una finca ubicada en el kilómetro 535 de la vía Pedernales-Muisne.
En el operativo se detuvo a 7 ecuatorianos y 2 colombianos, contra quienes el Juez 4º de Garantías Penales de Pichincha ordenó prisión preventiva. Los plagiadores pedían $ 6 millones para la liberación.
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El fiscal Patricio Navarrete indicó que uno de los detenidos era reincidente.
Las negociaciones para la libertad de Berrú, según informó el general Claudio Guerra, director nacional encargado de la Policía Judicial de Pichincha, se estaban dando, vía celular, desde Colombia.
Para Guerra esto es preocupante, ya que este tipo de delito no solo está siendo manejado internamente por colombianos, sino que las cabezas delincuenciales están manipulando bandas mixtas (ecuatorianos y colombianos) desde Colombia.
Durante la rueda de prensa, el teniente coronel Édison Barrera, jefe de la Unase, informó de la liberación, en Colombia, del empresario carchense Simón Lucero, quien fue secuestrado en Tulcán el 5 de julio último.
Un trabajo conjunto entre la Unase ecuatoriana y el Gaula (Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal) colombiano permitió la liberación de Lucero, por quien la banda colombiana pedía de rescate cerca de $ 35 millones, casi seis veces más de lo que los extorsionadores atrapados a fines de semana pedían por José Berrú.
No se emitieron más detalles del operativo realizado hasta que las autoridades policiales de ambos países crucen más información sobre el caso.
La forma de negociación con la familia del carchense, explicó Barrera, también fue manejada desde Colombia.
Según los datos estadísticos que maneja la Unase, en lo que va del presente año se han liberado del poder de secuestradores a 25 personas. En ninguno de estos casos se pagó rescate a los plagiadores.
En el 2008 se liberaron a 26 personas secuestradas.
El jefe de la Unase reiteró que las instituciones policiales, tanto de Ecuador como de Colombia, están comprometidas con la tarea de acabar con el crimen organizado que azota a las zonas de frontera.
“El intercambio de datos entre la Unase y el Gaula es constante. El objetivo es desarticular, desde adentro y en cualquiera de los países, bandas dedicadas al secuestro y a la extorsión”, señaló Barrera.