La escudería Renault F1 fue condenada a dos años de suspensión sin cumplimiento de pena, mientras su ex director general Flavio Briatore fue suspendido de por vida por el Consejo Mundial del Automóvil este lunes en París por el caso de fraude en el Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur 2008, informó la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
La sanción de dos años en suspenso, supone que si Renault de hoy hasta el final
de la temporada 2011 comete una falta semejante, será expulsada
expulsada definitivamente de la F1. Ello "demostró que el equipo no
tenía ninguna responsabilidad moral", ya que el escándalo fue obra de
"dos individuos" que ahora están "completamente fuera del deporte
automovilístico", dijo el presidente de la FIA, Max Mosley.
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Al término de las comparecencias en París, el Consejo Mundial decidió sancionar a Briatore, que dejó Renault el pasado 16 de septiembre, con la sanción más dura.
En cambio Renault, que podría haber recibido un castigo igual de fuerte, sale airosa con una sentencia en suspenso que no le obliga a dejar la Fórmula 1, en la que está presente de uno u otro modo desde 1977.
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Renault deberá pagar los gastos de la investigación y se comprometió a hacer una contribución a los trabajos de seguridad de la FIA.
Por su parte, el piloto español Fernando Alonso, que ya había sido exonerado previamente, tampoco recibió sanción.
La escudería fue sancionada por haber hecho trampas al ordenar a su piloto el brasileño Nelsinho Piquet que provocara voluntariamente su propio accidente para facilitar la victoria de su entonces compañero el español Fernando Alonso el 28 de septiembre de 2008 en Singapur.
Suerte de Piquet
El piloto brasileño, que recibió inmunidad por declarar, reiteró sus disculpas "a todos los que trabajan en la Fórmula Uno, a los aficionados y a los organismos gubernamentales". Añadió que "lo más positivo" de poner todo en conocimiento de la FIA "es que nunca más volverá a suceder algo así".
Además aprovechó el texto para pedir una segunda oportunidad. "He aprendido cosas muy difíciles en los últimos 12 meses y he reconsiderado qué es lo que vale la pena en la vida. Lo que no ha cambiado es mi amor por la Fórmula Uno y mi hambre por volver a correr. Sólo espero que un equipo se dé cuenta de lo ahogado que estaba en Renault y me dé una oportunidad para mostrar lo que prometía mi carrera en Fórmula 3 y en la GP2", manifestó Nelsinho.