El primer ministro de Japón, Taro Aso, admitió hoy la derrota en las elecciones parlamentarias, mientras encuestas de los medios de comunicación indicaban que la oposición ganó de forma abrumadora, expulsando del poder a los conservadores después de 54 años de gobierno en medio de la intranquilidad de los votantes sobre el futuro de la economía y un deseo por el cambio.